Después de un 2021 en donde se le escapó la gloria de las manos al caer en las finales del Torneo AFA y de la Liga Nacional, Boca nuevamente llegaba a un partido definitorio por un título oficial y esta debía ser la vencida.

En un Microestadio de Hurlingham repleto de hinchas que colmaron las tres tribunas que se les otorgó de color azul y oro, un duro San Lorenzo estaba en frente y la Supercopa sería una gran prueba para todo lo que se vendrá en el año.

El Ciclón se puso arriba rápidamente con el gol de Julio López y a los pocos minutos llegaba la expulsión de Guido Mosenson en el arco Xeneize, siendo una baja sensible para lo que restaba del partido.

Fosa Leguizamón logró empatar antes de ir al descanso y las cosas parecían equilibrarse, pero en el inicio del complemento nuevamente los de Boedo se iban a poner en ventaja con el tanto de Echavarría (1-2).

Con el reloj corriendo en contra, Franco Martínez Riveras encontró la pelota para volver a emparejar la cuestión y a partir de allí el equipo fue en busca de todo. En los pies de Franco Spellanzón, que estaba como arquero-jugador, llegó la remontada 3-2 a falta de un minuto para el final y todo fue delirio.

Sin tiempo para más, Boca celebró una nueva consagración a nivel nacional y se posiciona como el máximo ganador de la historia. Ahora, los focos estarán puestos en el certamen local y en el inicio de la Copa Libertadores que se jugará en el país.