Ante Nacional, Racing y Almagro Boca se clasificó por penales. Los rendimientos fueron flojos (salvo el PT en La Bombonera ante el equipo de Gago) y muchos hablan de suerte como único argumento para explicar el momento de Boca. Están equivocados. Seguramente el azar juega un papel importante, pero hay otros elementos a tener en cuenta.

Sergio Romero. Tener un arquero decisivo en las tandas de penales es un mérito. Boca lo fue a buscar cuando Rossi se quiso ir. Chiquito se hace gigante y atajó 10 de 19 que le patearon. 2 en cada una de las 3 tandas que mencionamos. Tremendo.

Los pateadores. De 14 penales que ejecutó Boca solo falló 2. 12 convirtieron. Erró Pol con Nacional en los 5 que se patearon, nadie erró en la cancha de Racing de los 4 que ejecutaron y de los 5 en La Rioja, solo no convirtió Merentiel. La efectividad es altísima y por eso, también, Boca gana las definiciones.

La mentalidad ganadora. Tanto el arquero como los jugadores sienten que si definen por esa vía lo van a ganar y no importa si llegar a esa instancia es un premio o un castigo. Con Nacional se le escapó la victoria y de local fue un imprevisto llegar a la tanda de penales, con Racing después del 0-0 de la ida pareció un objetivo logrado y con Almagro después del 2-0 fue inesperado y pudo ser un papelón. Siempre las ganó.

No es solo la suerte. No subestimen a Boca. La historia de este club es demasiado grande. Con muchísimo que mejorar, Boca va. Con un entrenador que debe afinar la puntería, Boca va. Con una hinchada que sabe los problemas que hay, pero que tiene una ilusión impresionante, Boca va. Como manda la historia. Boca va.