En el Mundo Boca no se habla de otra cosa que no sea de la revancha con Racing, es lo que realmente importa. Es pasar a las semifinales de la Copa o quedarse afuera. Por eso este partido ante Sarmiento fue incómodo. Porque la cabeza de todos está en la definición ante el equipo de Gago.

Pero como siempre decimos, salir a jugar con la camiseta de Boca requiere de la seriedad y compromiso que marca la historia de este club, más allá de a quién le toque jugar.

Lo de Boca en Junín fue malo. Se vio un equipo con la cabeza en otro lado, lento, previsible. Que cuando tuvo la pelota no tuvo ideas, impotente, con jugadores apagados. Y que defensivamente la pasó mal, con dudas, dejando que Sarmiento cada vez lo atacara, algo que ocurrió muy poco, le hiciera daño.

No le alcanzó con los apellidos, con la diferencia de nombres que había en la previa entre un equipo y otro. No fue suficiente el empuje de los últimos minutos. Lo de Boca hoy fue muy pobre. Sarmiento le ganó con nada.

Ahora a pensar en el miércoles. A jugar con la misma postura que tuvo el equipo en la Bombonera, a plantarse e imponer las condiciones como en el partido de ida. Que los jugadores sepan que si repiten y trasladan esa superioridad en las redes, Boca se mete entre los 4 mejores de América.