En las últimas participaciones de Boca en las diferentes ediciones de la Copa Libertadores, el principal problema que ha tenido en las series de eliminación, ha sido poder abrir el arco, tanto que la última vez que anotó un gol fue en 2020.

En aquella oportunidad, el conjunto dirigido por Miguel Ángel Russo enfrentó a Racing en los cuartos de final y, luego de perder por uno a cero en el encuentro de ida, lo dio vuelta en La Bombonera y ganó por dos a cero, con tantos de Eduardo Salvio y Sebastián Villa, para clasificar así, a las semifinales. Aquella noche, fue la última vez que el conjunto de la Ribera anotó un gol en un mata - mata.

En esa instancia, en la que el Xeneize enfrentó a Santos, el partido de ida fue cero a cero como local y, en el encuentro de vuelta, fue victoria para el conjunto brasileño por tres a cero, en una noche olvidable para todo el Mundo Boca.

Al año siguiente, los de Russo enfrentaron a Atlético Mineiro en octavos de final y ambos partidos terminaron igualados sin goles, y el Galo se clasificó desde los tiros de los doce pasos. Sin embargo, es cierto que Boca anotó en los dos encuentros y fueron anulados polémicamente, pero en definitiva no pudo abrir el marcador.

El año pasado, también en la serie de octavos de final, el conjunto ya dirigido por Sebastián Battaglia se veía las caras con Corinthians, a quien ya había enfrentado en fase de grupos. Nuevamente, tanto el encuentro de ida en Brasil como la vuelta en La Bombonera terminaron cero a cero y la serie fue para el Timao por penales.

Esa noche va a quedar en el recuerdo de todos los hinchas xeneizes por los dos penales que falló Darío Benedetto. El primero durante el primer tiempo y el segundo ya en la definición desde los doce pasos, donde desaprovechó la oportunidad de clasificar de ronda.