Boca viajó a Mendoza sabiendo que lo único que le servía era ganar para sostener la ilusión de meterse en la Copa Libertadores del 2024. Y cumplió con lo que tenía que hacer, traerse los 3 puntos y ahora esperar que se den otros resultados para seguir soñando con jugar el torneo más importante de todos.

No le sobró nada a Boca. Ganó con lo justo pero siempre dió la sensación de ser algo más que Godoy Cruz. El gol de arranque convertido por Merentiel le dió tranquilidad, lo hizo jugar con más serenidad. Sin tanto juego, apostando a la segunda pelota y con Merentiel siendo nuevamente el jugador más peligroso, determinante del equipo, Boca se fue ganando el primer tiempo.

En el segundo tiempo tomó protagonismo Nicolas Figal. Primero porque un error suyo en la salida le permitió a los mendocinos empatar el partido. Y después el mismo Figal le dió a Boca la victoria necesaria para seguir soñando.

"Era importante ganar. Venimos con un desgaste emocional muy grande en el último tiempo", declaró Merentiel apenas terminó el partido. Y es tal cual lo que dice el uruguayo, se nota que el equipo siente todavía el golpe de la final perdida y también la eliminación ante Estudiantes por la Copa Argentina.

Todo le cuesta, por eso la victoria es importante. Por la presión que tenía, la obligación que había por ganar. Ahora sólo le resta esperar si se le dan otros resultados para jugar la Copa Libertadores que viene.