Ganó Boca, sin sobrarle nada, sin brillar, aprovechando esos momentos que tuvo en el primer tiempo para ponerse 2 a 0 con los goles del paraguayo Oscar Romero y ser el dominador del partido.

Está claro que Boca tiene mucho por mejorar, que sigue sin ser un equipo confiable y que, hoy ante Platense, hizo valer la diferencia entre un plantel y otro.

Vuelve a ganar en La Bombonera, que es un estadio que siempre exige, y donde el jugador se ve obligado a responder. Como dijo Diego Latorre en la semana "el público hace su parte, hay un factor emocional. La cancha de Boca exige un deber y un compromiso que el jugador de Boca no siente en otros estadios. Es un juez extra que le genera una obligación extra". Y es así, la gente le da un plus necesario a este equipo cuando se pincha, cuando todo le cuesta mucho.

Ahora el equipo tiene una deuda en este campeonato y es ganar de visitante: solo lo hizo ante Barracas Central. Después perdió ante Central Cordoba, San Lorenzo, Argentinos Juniors y Patronato dejando una muy pobre imagen.

Cabe destacar que, desde que está de Hugo Ibarra, el Xeneize ganó los tres partidos que jugó como local en Brandsen 805. Tras esta victoria, el domingo es un lindo desafío para saldar esa deuda fuera de casa con Racing en Avellaneda.