Boca está casi clasificado en la Libertadores. Sin embargo, en el campeonato está a 19 puntos del líder. Una enormidad insospechada cuando arrancó el torneo. ¿Los por qué? Hay varios. Principalmente el juego. Y dentro del juego, hay algo que siempre distinto, corona o define a los equipos, y este ítem justamente son los goles.

Los datos fríos son durísimos. Benedetto hizo varios goles desde su vuelta, son 20 en 52 partidos. Los últimos, aquellos tres con Patronato por el título de la Supercopa. El problema es que sacando a Pipa, al equipo le cuesta convertir. Y hablando puntualmente de los otros número 9, tampoco pueden marcar seguido.

Vázquez convirtió 5 goles desde la vuelta de Benedetto. El problema es que desde agosto de 2022 que no marca. El último fue con Defensa y Justicia, que sirvió para la levantada del equipo de Ibarra que luego fue campeón. ¿Saben cuantos partidos pasaron para Vázquez desde ese momento a hoy? 21.

Orsini hizo dos desde el retorno de Pipa. Por Copa Argentina ante Central Córdoba de Rosario. De ese partido, en marzo de 2022 a hoy, el ex Lanús jugó o entró al menos unos minutos en 24 encuentros. No pudo tener más presencia en la red.

Merentiel es el que más efectividad tuvo, porque hizo 3 goles en menos tiempo. Jugó 15 partidos. Pocos como titular.

Si bien en toda la estadística hay meses muertos por el mundial o futbolísticas que tuvieron lesiones (Vázquez fue operado y tuvo una recuperación de más de un mes) y en consecuencia con parates, la realidad es que a Boca le falta gol.

Vuelve el que más aportó, Benedetto. Y vuelve a un equipo que tiene que ser más generoso futbolísticamente con cualquiera que juegue como delantero centro. Esto significa, tener un equipo que genere y ayude más a los que definen. Porque al fútbol se gana con goles, y hoy, a Boca no le están sobrando.