"Estamos donde queríamos estar, en las semifinales de la Copa. Vamos a enfrentar a un rival duro, con buenos jugadores, que tiene un entrenador y mismos jugadores hace tres años y que tiene una cancha con una alfombra que es distinta. Pero antes jugamos en nuestra casa con nuestra gente que seguro hará una fiesta", Riquelme hace 15 días empezó a palpitar el partido con el Palmeiras y hoy la gente también se lo hará sentir a los jugadores.

Boca está a tres partidos del gran sueño, de esa obsesión que tienen todos los hinchas, los jugadores deben entender lo que se juegan en esta serie con los brasileños. Es todo, es dejar el alma y el corazón como pide la gente. Es estar a la altura de esta camiseta

Boca tiene con qué soñar. Un plantel con recambio, jugadores de experiencia, chicos que ya han jugado partidos de los importantes. Hay personalidad para lo que viene, se gana jugando bien pero dejando todo, corriendo, metiendo, a lo Boca.

Enfrente habrá un rival duro, con mucha experiencia en estas instancias, con jugadores de mucha jerarquía. Un equipo solidario, que defiende muy bien y cuando ataca hace daño. Pero que tendrá que enfrentar a Boca, y eso a los brasileños y sobre todo a Palmeiras, les hace ruido, no les gusta, los incomoda y la historia les juega en contra. Nos respetan como a nadie.

Empiezan los 15 días más importantes del año para el equipo. Que el partido de hoy ante Lanús sirva para ratificar, más allá que sean otros nombres, la levantada que el equipo mostró en Santiago del Estero. Pero sobre todo para agarrar confianza para el partido del jueves y el clásico del domingo