Una expectativa enorme. Las tribunas de Boca repletas, con el aliento incesante al equipo de Battaglia. Un once sólido, fuerte, que mostró su jerarquía rápido. El técnico Xeneize confía en los titulares que casi salen de memoria, en la levantada de Salvio, en el posicionamiento de Varela y en el regreso de Cali junto a Rojo.

La actitud no se negocia, no se entrega. Y con más corazón que ideas, la cancha se inclinó para el arco de Marinelli. Sobre todo, luego de una corrida individual de Salvio, que encaró por la derecha y dejó como conos a varios rivales, hasta que aterrizó por una presunta falta que no se cobró.

Hubo más aire por parte del conjunto Azul y Oro. Más confianza y manejo de los tiempos. Varela se posicionó alto para recuperar; Óscar y Pol con mucha garra y la defensa firme en cada intersección. Si los de atrás andan bien, los de arriba tienen confianza para animarse. Y en una guapeza de Villa, cuando la jugada pedía descargar para atrás, fue para adelante. Habilitó al solitario Benedetto, que con una definición de categoría la puso al segundo palo. Pero mientras todos estábamos de espalda, a puro festejos y abrazos, el línea mantuvo su brazo en alto y, a instancia del VAR, se cobró offside.

Antes que el sol terminé de asomarse dentro del campo de juego y terminen los primeros 45', un tiro de esquina hubo una chance más. Desde el córner derecho, el pelotazo de Villa se abrió del arco. En un segundo que se paralizó para todos, Marcos Rojo se elevó a no más poder. Cabeceó, con la dificultad que implicaba. Y desde un error de Marinelli, la pelota cruzó la línea y fue gol de Boca.

El resultado de la primera parte fue justo. Pero hay que ser realista. Tigre también juega bien. Boca hizo las cosas mucho mejor en la primera mitad, ahora el Matador salió a hacer lo suyo. Lo que era la presión alta, se transformó en un compacto defensivo. Lejos de combinarse y contraatacar, empezó a aguantar.

Retegui, uno de los ex Xeneize en cancha, se agrandó y buscó lucirse ante el club que lo vio nacer. Rossi tuvo algunas intervenciones importantes. Izquierdoz, Rojo y Advincula se agrandaron en la marca, aunque en alguna que otra cuenta sufrimos. En tal vez el mejor momento del conjunto de Victoria, un baldazo le cayó al conjunto de Diego Martínez. O mejor dicho, un bombazo se le metió al fondo de la red.

Una salida limpia y con paciencia de Boca, Frank condujo con dos simples toques. Pero mientras la atenta mirada de todos, el colombiano solo pensó una cosa: un gran latigazo. El potente remate, dio en el palo derecho del arquero de Tigre y puso el gran 2 a 0. ¿Por qué gran? Porque trajo alivio, precisión y descolocó al equipo que se vistió de blanco.

¡EL SEGUNDOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO DE #BOCA, LO HIZO FRANK FABRA!?????#VamosBoca pic.twitter.com/drDc5OuTaf

— Boca Jrs. Gol ? (@BocaJrsGol) May 22, 2022

Con todos los reflectores encendidos, Boca se encendió en la capital cordobesa. Toqueteó, remató, ajustó el partido a su merced. Salió de la cercanía de Rossi y las tribunas no cesaron de cantar. Y entonado, como si sonará un cuarteto en la cabeza de cada hincha, Boca fue por más. Un perfecto centro de Villa, desde un tiro libre, apareció el gran goleador de Vázquez para sentenciar cifras.

¡EL TERCEROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO DE #BOCA, LO HIZO LUIS VÁZQUEZ!????#VamosBoca pic.twitter.com/3XJD72IfvF

— Boca Jrs. Gol ? (@BocaJrsGol) May 22, 2022

Fiesta, pura fiesta en Boca. Que como cantó el plantel en el vestuario de Lanús "al equipo que tiene más aguante", se quedó con la primera final del año. Justísimos campeones. Una sola derrota en 17 partidos jugados. Un semblante que creció partido a partido. Hizo mejor las cosas que todos. Le ganó a los más difíciles. Venció a la aparición del torneo. Y otra, otra vuelta Boca, se consumó en el Mario Albertes Kempes.