Y la realidad es que Boca empezará el año nuevo con las mismas caras de este 2022 que se termina. Cada libro de pases genera la ilusión, la expectativa de ver llegar jugadores que le den un salto de calidad al plantel.

Sin embargo, la realidad económica argentina complica cada vez más la llegada de esos jugadores. Ya ni siquiera es posible traer jugadores de ligas menores. Y si entramos en la comparación con equipos de Sudamérica, ya no sólo Brasil, que van a jugar la Copa Libertadores, la situación es día a día más preocupante.

"Somos conscientes de que siempre estamos pendientes de lo que pasa, mirando, hablando con el Consejo y el DT lo que piensan, y lo que podamos mejorar siempre lo vamos a intentar", la frase de Riquelme allá por mayo de este año, también podría escucharse por estas horas. Pero el vicepresidente también tiene claro lo difícil que resulta hoy incorporar para tener un plantel más competitivo que dé pelea en la Copa Libertadores.
Para el hincha de Boca la Copa se ha convertido, hace muchos años, en la gran obsesión. Y nadie puede quitarles esa ilusión que tienen hace mucho tiempo. Pero hoy el hincha deberá entender que desde lo económico ya arrancamos perdiendo. En el mientras tanto, tendrá que hacerse fuerte en el torneo local y seguir sumando estrellas.