La pesadilla de la noche en Paraná empezó antes del pitazo inicial del árbitro: a último momento, Marcos Rojo quedó desafectado por lesión e ingresó Facundo Roncaglia al once inicial, dando su reestreno con la Azul y Oro. O en este caso, con la casaca alternativa de Boca. Y pese a que fue nombre por nombre y luego mantuvo todas las piezas que golearon a EDLP, no pareció ser el mismo equipo al del fin de semana pasado.

Aturdido, desconocido y con una mochila en contra que de visitante cuesta todo mil veces más, en nueve minutos el Xeneize era dominado, pero lo más preocupante - nuevamente - es que pareció no haber respuestas ni futbolísticas ni anímicas. Desde todas las salidas desde el fondo, sea un simple pase de Advincula, una salida de Roncaglia o Zambrano, y las escaladas de Fabra, eran erróneas y daban un desconcierto.

El ADN del partido podría imaginarse con el último campeón siendo el que propone y el Patrón siendo quién se defienda más. Pero fue todo lo contrario: Boca corrió todo el primer tiempo atrás de la pelota y jugó a estar pendiente a lo que hacía el local. Y eso lo llevó a defenderse mal, sin orden ni coordinación. Dos goles por cierres desconectados y asilados, las piernas flojas y muchísima desatención, fue el saldo del primer tiempo.

el segundo de Patronato, lo hizo Alexander Sosa pic.twitter.com/HHANB4iaIj

— C.A.B.J. Gol (@CABJGol03) July 31, 2022

No es que solo hablamos de lo mal que se defendió el equipo de la Ribera y obviamos la ofensiva, sino es que no existió. Apenas una vez pudo conectar tres pases al hilo, donde le quedó a Villa frente al arco desde afuera del área. Y en sintonía con el equipo, la mandó a las nubes. Fallos por doquier.

Principio del entretiempo, Ibarra sacó a Sebastián Villa (de poca en lugar de Exequiel Zeballos, pero el cambio del nombre por nombre, a pesar de la insistencia del juvenil, no cambió la ecuación. En 15' del ST, sí rompió el molde y adentro del campo saltaron Orsini y Molinas, en lugar de Pol Fernández y Ramírez. Boca quedó con Varela, Molinas; Óscar, Vázquerz, Orsini y Zeballos, del medio en adelante, en búsqueda de dar vuelta el 2 a 0 abajo. En formación fue un 4-2-4.

Si hay algo que se formó en el último tiempo, es un equipo casi de memoria, con los cambios también de nombres por nombres, pero sin perder mucho la idiosincrasia del juego. En este caso, por desesperación, falta de respuestas o hasta flojo nivel colectivo e individual, este equipo que terminó en cancha no tiene nada de conocido, ni que ver con el 11 que terminó siendo el campeón el torneo pasado.

Pasó más de una hora de juego, para que Boca pueda rematar por primera vez a los tres palos de Altamirano. Fue una buena habilitación del Changuito a Fabra, que enganchó de gran manera dentro del área pero la jugada se ensució y terminó con una buena respuesta defensiva por parte del local. Solo un suspiro, porque más que un inicio prometedor para tratar de revertir el marcador, fue un bajón anímico.

Yendo para adelante pero sin asociaciones, ni ideas, ni fundamentos, Boca volvió a descuidarse en el fondo: un simple pelotazo a las espaldas de la defensa, dejó uno de los delanteros locales de cara a Rossi. Varela en el retroceso lo tocó y estuvo al borde del penal. Pero el final fue igual: desde el tiro libre Acevedo remató fuerte y sentenció el 3 a 0, luego que se desvíe en Fabra.

el tercero de Patronato, lo hizo Jonás Acevedo pic.twitter.com/RYSNI41J7j

— C.A.B.J. Gol (@CABJGol03) July 31, 2022

La tarde en Paraná terminó negra y oscura. Con un sabor amarguísimo, decepción e indignación. Todos los pasos que pudimos imaginar que dio ante EDLP, los dejó bien guardado y se dejó vapulear ante Patronato por 3 a 0. De visitante, el Xeneize solo ganó dos partidos de seis disputados. Y es claramente la imagen preocupante, Boca fuera de casa un total desconocido.