Obligado a jugar fuera de casa hasta que el pasto quede bien asentado y no se precise de una abundante cantidad de arena, Boca se mudó a Liniers para copar el José Amalfitani con toda su gente y así afrontar un nuevo encuentro por la Copa de la Liga, en donde el rival de turno era Rosario Central.

El Xeneize presentó una sola modificación con respecto a su último encuentro en Mar del Plata contra Aldosivi, dándole ingreso a Carlos Zambrano en lugar de Marcos Rojo en la zaga central, por lo que salió con: Rossi; Advíncula, Zambrano, Izquierdoz, Fabra; González, Campuzano, Pol Fernández; Salvio, Benedetto y Villa.

Durante los primeros minutos, el tridente azul y oro tuvo sus oportunidades con algunas jugadas aisladas que terminaron saliendo cerca del arco. Sin embargo, el Canalla supo aprovechar su oportunidad con una pelota filtrada y Agustín Rossi terminó cometiendo un penal en contra.

Con todas las miradas puestas, Emiliano Vecchio se hizo responsable de ejecutar el tiro desde los doce pasos, pero en frente estaba un especialista en la materia para taparlo. El duelo se hizo tenso en la previa, aunque el arquero terminó estirando los brazos a más no poder y atajó para sostener la paridad en la primera mitad.

En lo que restaron de los 45' iniciales, la posesión se la repartieron entre los equipos y lo más interesante llegó sobre el final, cunado después de un tiro de esquina por derecha cabeceó el Cali y se terminó estrellando en el travesaño, manteniéndose la paridad.

Para el complemento, los dirigidos por Sebastián Battaglia salieron con la idea de aprovechar la fórmula que casi los había puesto en ventaja, la pelota parada. A los 4' del ST, un córner ejecutado por Sebastián Villa cayó a la perfección en la cabeza del capitán, que conectó en el primer palo y celebró el primer tanto de la noche.

Ya en ventaja, el desarrollo del encuentro no le presentó grandes inconvenientes a Boca, que en ningún momento dejó de buscar el segundo y, de tanto insistir, terminaría llegando en los pies de Frank Fabra, quien tras una jugada unipersonal por izquierda supo definir de tres dedos para poner el 2-0.

De todas formas, la respuesta de los rosarinos no tardaría en aparecer. Con el orgullo que los representa, una contra terminó desembocando en el descuento por parte de Lucas Martínez Dupuy, quien de cabeza anotó el 2-1.

Pese a que se terminó sufriendo al igual que en partidos anteriores, Ariel Penel hizo sonar su silbato y se terminó de sellar una nueva victoria que permite ir afianzándose en el torneo para lo que viene.