Tan violento cambio... Muchos no quisieron o no supieron verlo. Los números del fútbol ya no eran los mismos y comenzaban a reflejarse en los diferentes mercados de pases.

El fútbol se pausó durante mucho tiempo y, cuando la actividad retornó, lo hizo sin público. Había que redireccionar y replantear estrategias, sobretodo cada seis meses al momento de jugar afuera de la cancha: en los libros de pases.

El fútbol argentino comenzó a verse cada vez más lejos del mercado europeo, incluso en inferioridad de condiciones respecto de Brasil, México o los Estados Unidos como pilares económicos de este lado del mundo.

El Consejo de Fútbol comenzó a buscar "oportunidades". Una oportunidad era la combinación de un jugador experimentado, con pasado de Selección, con su carrera hecha en Europa y en condición de libre. Así, por ejemplo, llegó Marcos Rojo, entre otros.

Sin embargo, en su gran mayoría "las oportunidades" eran seducidas desde lo económico por otras ligas más poderosas. A partir de tal realidad había 2 caminos: hacer de cuenta que la pandemia no existió y seguir gastando fuerte en cada mercado o mirar hacia adentro y tratar de cubrir las necesidades, reteniendo a las figuras que ya estaban, aunque no a cualquier precio y, al mismo tiempo, apostar paulatinamente a las inferiores.

En 2 años y 9 meses de gestión ya han debutado 31 jugadores, 28 de ellos nacidos en el club. Los 3 que tuvieron su experiencia en inferiores pero no salieron de la cantera fueron Gastón Ávila (Rosario Central), Luis Vázquez (Patronato) y Leandro Brey (Los Andes).

Con Miguel Ángel Russo debutaron 11, de los cuales 9 eran del club. En el caso de Sebastián Battaglia, empujó 17 a la Primera División, siendo 16 de la cantera Xeneize. Mientras que Hugo Ibarrá hasta ahora lleva 3, todos del club.

Russo entendió el efecto pandemia y para no saturar físicamente a los que jugaban Copa Libertadores, comenzó a convocar a los pibes.

El caso de Battaglia fue particular porque siendo el DT de La Reserva, la pandemia lo obligó a jugar 2 partidos con su divisional en Primera ante Banfield y San Lorenzo. Varios de ellos pegaron el salto. Luego, cuando se convirtió en el entrenador del primer equipo, fue una ventaja ya haberlos dirigido.

La situación de Ibarra es muy similar a la de Battaglia. Ya los dirigió y los conoce. A medida que los va necesitando, los convoca y les da su gran oportunidad. Las lesiones de Exequiel Zeballos y Sebastián Villa lo obligó a soltarle la cuerda a Luca Langoni, Maxi Zalazar y al Toro Morales.

El detalle es el siguiente: Battaglia hizo debutar a 17 jugadores: 2 arqueros, 6 defensores, 5 volantes y 4 delanteros; Russo eligió a 11 jugadores juveniles: 5 defensores, 4 volantes y 2 delanteros, mientras que Ibarra posibilitó el debut de 3 jugadores, siendo los 3 delanteros.

Muchos de estos 28 representantes de las divisiones inferiores del club, hoy están a préstamo en otros clubes haciendo carrera para luego regresar, otros se han adaptado tan rápido y bien a la primera de Boca que siguen siendo parte del plantel.

De eso se trata, de aprovechar las oportunidades tanto que puedan llegar desde afuera o que puedan surgir desde adentro. El fútbol ha cambiado, se ha vuelto más austero y el cambio en Boca lo vieron mucho antes que otros.