El encuentro ante el Pincha significaba más que el partido en sí. Boca venía de perder y Estudiantes estaba invicto. Y además era el último eslabón antes de River. El resultado iba a marcar el ánimo en la semana previa, lo que no es poco.

Y Boca ganó. Y volvió a intentar ser protagonista. Y otra vez, a tener el arco en cero, algo que no había pasado en todos los partidos oficiales de este año. Pero la victoria trajo un costo muy alto. En un cruce, Izquierdoz fue con alma y vida y terminó con una fractura en el quinto metatarsiano del pie izquierdo. El capitán deberá ser operado. Y estar inactivo entre 2 y 3 meses...

Cali esperaba este partido. Más que ninguno. Él ya había digerido la sanción de la Conmebol que lo marginara de casi toda la fase inicial. Lo tenía asumido. Pero este golpe... Este golpe no.

Golpe que le llega en un momento especial, porque junto a su señora Érica están a punto de ser padres nuevamente.

Es un futbolista irreemplazable:

• Liderazgo: por su manera de encarar la vida y por cómo se entrena, es el espejo para los más chicos.
• Juega cómo jugarían los hinchas, deja todo por la camiseta. Y entrega todo lo que tiene. Sin guardarse nada.
• Es uno de los que arenga en la manga y en la previa. Para el grupo es clave y para Battaglia fundamental. Los técnicos siempre necesitan de algunos jugadores que tiren el carro para adelante. Bueno, en primer la fila, siempre está Izquierdoz.
• Desde lo futbolístico, Cali habla desde el fondo. Siempre. Ordena y elige hacia donde va la pelota.

Con Marcos se llevan bárbaro como dupla central y se entienden como si hubieran jugado juntos toda la vida. El Xeneize pierde un cabeceador en las dos áreas y un jugador que es tiempista para cortar, para cerrar y hasta para frenar un poco el partido. Con Central, cuando el partido pintaba chivo, él aprovechó un centro de Villa y metió el 1-0 con un cabezazo.

El capitán ya vivió esta lesión. Son fantasmas que vuelven y por eso rápidamente supo lo que tenía. En Santos Laguna le pasó lo mismo, pero en su otro pie. Lo que él intuyó en el partido, hoy se confirmó con los estudios: "me rompí todo", les comentó a sus íntimos.

Está claro que Boca va a jugar con once futbolistas en el Monumental, pero ninguno de los de afuera tiene las características de Izquierdoz. Ávila es muy fuerte en el juego aéreo, de mucha categoría para salir jugando, pero no tiene la ascendencia del grupo de Cali. Figal, es jugador muy técnico, de experiencia pero recién llegado. Y Zambrano, es un jugador de experiencia pero que pierde la concentración muy fácil y pelea sin sentido. Y ya en el último Super hubo una expulsión de Rojo, con lo cual, Battaglia deberá pensar a quien darle la enorme responsabilidad de reemplazar a un irremplazable.

En las próximas horas será operado. Tendrá un largo tiempo de inactividad y después tendrá que ponerse bien para volver, que este Boca lo necesita.