Cuando se apunta a todo, que está bien, puede que te quedes con el pozo completo. O puede que de mirar tan alto te quedes sin nada. Pero la grandeza tiene que ver con apostar en grande, y hoy Boca va por todo. Por supuesto qué hay graduaciones en la importancia, y está claro que la Libertadores mata a todo el resto. Pero hoy por hoy puede levantar 3 Copas.

¿Ganó bien en La Rioja? Por penales. Y parece una costumbre. Porque las últimas tres definiciones tuvo un ganador. Boca, qué pasó a Nacional, Racing y Almagro.

Sin embargo, llegar a los penales tiene sus formas. Fue mejor que Racing en los 180. Jugó flojo con Nacional de Montevideo. Y contra Almagro, pese a que para Almiron Boca hizo un gran partido, tuvo dos caras muy marcadas: un PT serio y un ST muy malo, con un resultado que pudo estar al borde del papelon.

¿Se puede aprender de lo qué pasó? Absolutamente. Lección para el DT y los jugadores. Y es más fácil aprender ganando porque con derrotas el camino se pone más difícil, siempre.

Boca está en semifinal de Libertadores, algo que no conseguía desde 2020, cuando perdió con Santos ¿Puede hacer historia? Claro que si, porque mirando los dos vasos siempre hay dos realidades opuestas. Algunos que auguran un mal futuro porque el presente futbolístico no es de brillo. Y otros confiados que dicen que si Boca sin brillar está en semis, qué va a pasar el día que mejore dentro del rectángulo. Seguramente tendrá un futuro aún mejor.

Dos realidades también marcan los resultados. Una manera de mirarlos dice que de los últimos 8 sólo ganó uno, con Platense. Los otros 7 fueron 5 empates y 2 derrotas. La otra mirada dice que de 10 en la Libertadores solo perdió 1. Y un equipo que se sabe defender tiene el primer axioma adentro.

El equipo tiene cosas interesantes. Por las cuales el hincha puede confiar, pero también tiene otras que a esos mismos hinchas los hace dudar. Pero Boca va. Dependerá del mismo equipo jugar el tramo más difícil y de mayor rigor emocional de la mejor forma.