La imagen del final es un símbolo de lo que ha sido Boca a lo largo de toda la noche mendocina. Un conjunto de futbolistas, unidos, comprometidos tras una causa y predispuestos a realizar cualquier tipo de sacrificio para conseguirla. De lado queda anta tamaño compromiso demostrado, cualquier tipo de lamento por futbolistas de la talla de Marcos Rojo, Frank Fabra y Darío Benedetto que no ha podido formar parte de la partida de hoy entre otros tantos.

Es que el sistema seleccionado por Hugo Ibarra y sobretodo, la ejecución de sus intérpretes, han resultado un conjunto de aciertos que le han permitido al conjunto Xeneize traerse un triunfo vital desde Mendoza que ubica al equipo, al menos a esta hora, en lo más alto del campeonato y por supuesto, alimenta con sólidos argumentos la ilusión de su gente.

Lo cierto es que con un Agustín Rossi sólido por demás como en todos lo últimos encuentros, una línea de cuatro hombres en el fondo totalmente improvisada pero donde todos sus integrantes (Wainbandt, Roncaglia, Aranda y Sández) respondieron a la perfección y si se quiere, por encima de las expectativas previas. Una mitad de la cancha que sostuvo a Pol Fernández y a Alan Varela en su posicionamiento y nivel habitual pero que encontró además y sobre todo, en algunos momentos del primer tiempo, una muy versión mejorada de Martín Payero y Óscar Romero con respecto al último partido frente a Huracán. Además, en función ofensiva el conjunto Xeneize mostró también a Luis Vázquez con su entrega y sacrificio habitual y a Luca Langoni como goleador y gran figura del partido. De esta manera, Boca logró reducir al máximos las posibilidades de Godoy Cruz y cortarle al equipo local una racha de siete partidos sin ganar en su estadio.

Promediando el segundo tiempo, los ingresos de Maximiliano Zalazar, Cristian Medina, Javier Morales y Esteban Rolón, le permitieron a Ibarra ordenar al equipo con dos líneas de cuatro hombres y no sufrir en absoluto ningún tipo de sobresaltos hasta el final del partido.

La baja de futbolistas en cantidad y calidad que no se sintieron, los chicos formados en el club que vienen asomando y continúan nutriendo de talentos formados en casa al plantel profesional, los aciertos cada vez más frecuentes deL Cuerpo Técnico, el triunfo y la punta, son demasiados argumentos, todos absolutamente positivos para que Boca, se vuelva feliz de tierras mendocinas y se enfoque rápidamente y de la mejor manera, en el importante partido del miércoles frente a Quilmes por los cuartos de final de la Copa Argentina.