Aaron Molinas, uno de los grandes talentos surgidos de las inferiores de Boca, aceptó la posibilidad de irse del club tras no contar con las oportunidades de jugar en el primer equipo de Hugo Ibarra. ¿A dónde? Gil Vicente de la Primera División de Portugal.

Meses atrás, el joven volante había rechazado a Defensa y Justicia para quedarse a pelear un lugar en el Xeneize. Ante la falta de minutos en el club que lo vio nacer, Molinas aceptó la propuesta del club portugués y restan algunos detalles para que se defina su situación. ¿Cómo es la operación?

En primera instancia, el Gil Vicente quería que la transferencia se haga en forma de préstamo y que la mismo incluya una opción de compra. Sin embargo, la institución Azul y Oro se negó a esta condición y es aquí donde se detuvo el pase. ¿Cómo siguen las negociaciones?

Para lograr cerrar la transferencia, se puso sobre la mesa la siguiente opción: una "cláusula vidriera". ¿De qué se trata? Molinas se iría a préstamo por 1 año, sin cargo y con dicha cláusula, la cual significa que, si Boca vende al jugador en un futuro, el club portugués recibiría un porcentaje a su favor. Esto se da debido a que el Gil Vicente "lo mostrará" durante todo un año en el fútbol de Europa y, a raíz de esto, quiere un beneficio de una futura venta de Molinas, ya que la opción de compra fue desestimada por Boca.

Por último, pero no menos importante, además de los detalles de la cláusula vidriera, Boca quiere renovar el vínculo de Aaron antes de que arme las valijas y comience una nueva etapa. Este es otro de los detalles que estarían retrasando el traspaso del futbolista al Viejo Continente.

No obstante, y ante el inminente cierre del mercado de pases en Europa, la transferencia del juvenil se estaría cerrando en las próximas horas y abandonará el país para continuar su carrera en Portugal.