El xeneize jugó con gran personalidad y se quedó con el superclásico del fútbol argentino, que albergó en el día de ayer la Bombonera con todo el color y pasión de los hinchas, que entregaron una verdadera fiesta. A pesar que la alegría persista, Boca no puede relajarse y ya debe cambiar el chip y pensar en el próximo compromiso.

El conunto dirigido por el negro Ibarra se entrenará por la tarde en Ezeiza, en donde los futbolistas que participaron del encuentro de ayer realizarán trabajos regenerativos para administrar cargas. Luego de hacer un gran esfuerzo en el partido de ayer, también se evaluarán como están los jugadores desde el aspecto físico, para saber quienes estarán disponibles para el choque frente a Lanús.

Boca enfrentará al Granate el miércoles en condición de visitante, desde las 21:30 horas. El conjunto del Sur lleva un campeonato muy irregular y marcha en la última posición del torneo, con tan solo 11 puntos. Luego, el xeneize recibirá en el Templo a Huracán, un rival directo en la pelea de la Liga, el próximo lunes a las 19.

El club de la Ribera acumula 4 victorias al hilo en el torneo local y con el gran triunfo sobre River en el superclásico de ayer, se ubica a 2 puntos de la cima del campeonato. Por lo que todo parece indicar que el equipo de Ibarra dará pelea por el título hasta el final.