La gente cantó como era de suponer por la Copa. El hincha de Boca no piensa en otra cosa, lo obsesiona el partido ante Fluminense, lo único que tiene en su cabeza es el partido del 4 de noviembre en Río de Janeiro.

Pero en el mientras tanto, el equipo tiene que llegar a ese encuentro ante los brasileños lo mejor posible. Y la prueba de hoy ante Unión no sólo sirvió para darle rodaje a los titulares sino también para intentar arrimarse a los cuatro de arriba que definirán la Copa de la Liga.

Boca arrancó con un gol tempranero (cabezazo de Marcos Rojo) y a partir de ahí fue el dominador del partido. Con volantes que volvieron a tener dinámica, juego y una dupla como la Fabra y Barco que se buscó permanentemente haciendo la diferencia por el sector izquierdo.

En el primer tiempo tuvo todo para estirar la ventaja ante un rival que se quedó con 10 jugadores pero que en una contra que tuvo aprovechó lo mal parado que estaba Boca y logró empatar.

En el complemento, Boca salió decidido a llevarse por delante a Unión. Lo acorraló, le inclinó la cancha hacia el arco del Riachuelo y de tanto ir, llegó el gol de Merentiel que volvió a jugar un buen partido.

Lo ganó bien Boca. Dejó una buena imagen sobre todo de mitad para arriba. Y consiguió una victoria para no perder el tren del campeonato pero más que nada para tener la confianza en alza de cara a Río de Janeiro.