Finalmente y como era de esperarse, un día llegó el 30 de junio de la temporada 2022 y desde las cero horas de mañana, Cristian Pavón será un futbolista más en absoluta libertad de acción. A partir de allí y tal cual lo acordado previamente, el delantero argentino finalizará de ajustar todas las condiciones necesarias para convertirse en un nuevo refuerzo del Atlético Mineiro de Brasil, uno de los principales equipos aspirantes a quedarse con la edición actual de la Copa libertadores de América.

Pavón siempre fue un futbolista destacado, rápido, hábil y desequilibrante por naturaleza, se formó en las divisiones menores del Talleres de Córdoba, club donde llegó a disputar sus primeros encuentros en el marco del Torneo Nacional B cuando todavía no había cumplido sus 17 años. Esa misma temporada, los captadores de Boca posaron sus ojos en él y tras desembolsar la suma exacta de catorce millones de pesos por su pase, el equipo Xeneize se aseguró la ficha del joven y prometedor delantero.

Tras ser cedido a préstamos por Boca a Colón de Santa Fe con el afán que el jugador gane rodaje y minutos en Primera, en enero del 2015 fue el entrenador Rodolfo Arruabarrena quien pidió por él y quien los sumó definitivamente al plantel profesional de Boca.

Sus primeros pasos con la camiseta azul y oro se vieron empañados por una tremenda patada que le propinó Leonel Vangioni en un clásico veraniego y que le produjo una grave lesión que lo marginó de la canchas por un período algo mayor a los tres meses. Tras su recuperación, un importante gol a River en un superclásico por el torneo local sumados a la obtención del Torneo de Primera División y la Copa Argentina de esa temporada quedaron como los aspectos positivos de su primer año en Boca.

La temporada 2016 ya con Guillermo Barros Schelotto al mando del equipo, lo posicionó como uno de los principales jugadores del plantel y marcó en él un crecimiento exponencial en cuanto a su rendimiento. Meses después, ya con la llegada al club de Darío Benedetto, un complemento ideal para su juego, Cristián logró mostrar su mejor versión y llamar la atención del entonces entrenador del Seleccionado Argentino, Jorge Sampaoli quien le otorgaría la posibilidad de jugar su primer mundial promediando la temporada 2018.

Pese al mal rendimiento general del seleccionado argentino durante el desarrollo de la máxima competencia, Pavón mostró un rendimiento aceptable en la competición que mereció los elogios del propio Lionel Messi, futbolista que se aseguraba lo había pedido como prioridad para reforzar la ofensiva Culé.

Fue en ese momento donde la dirigencia Xeneize de entonces encabezada todavía por Daniel Angelici, la que consideró que la cláusula de rescisión del contrato del delantero estrella de Boca debía fijarse en la impactante suma de 40 millones de dólares nada más y nada menos.

Quizás como una ironía del destino, a partir de allí el nivel de Cristian jamás volvería a ser el mismo y el destino del delantero terminó siendo Los Angeles Galaxy, equipo de la creciente liga estadounidense que pagó un préstamo por el extremo cuando su ficha ya había mermado hacia los 20 millones de la moneda estadounidense, cifra nada despreciable por cierto.

El mes de diciembre del año 2020 marcó el final del préstamo y de la etapa de Cristian Pavón en los Estados Unidos. Su regreso a Boca estuvo marcado por su relación distante con el Consejo de fútbol y con el propio Juan Román Riquelme. Este argumento sumado a que sus pretensiones económicas fueron consideradas demasiado altas para el mercado local, pusieron un freno profundo y pronunciado a cualquier tipo de posibilidad de negociación y provocaron este desenlace absolutamente esperable entre el futbolista y el club.

La no renovación de su contrato y la especulación por parte del jugador y su entorno para conseguir la libertad de acción, generaron en ambas partes un profunda pérdida que solo el tiempo se encargará de demostrar cuan honda puede llegar a ser.

A Boca, ni un sólo dólar le quedará del protagonista que supo tener la cláusula más elevada de los últimos tiempos. El futbolista deberá recuperar su nivel y su prestigio luego de este largo párate y sin dudas, deberá olvidarse de la posibilidad de dejar grabado su nombre en la historia del club con la gloria que la obtención de la presente edición de la Copa Libertadores de América podría otorgarle.

Sin dudas, un final donde todos pierden. Sin dudas, un desenlace indeseado para lo que pudo haber sido una bella historia de amor.