Después de perder en el sur, y de atravesar una muy mala noche en lo futbolístico, surgieron montones de cuestionamientos y preguntas. ¿Sirve el 4-3-3? ¿El equipo no está desequilibrado? ¿Por qué hay jugadores en un nivel tan bajo? ¿Siempre tiene que ser figura el arquero? ¿Cuántos cambios se vienen? ¿Por qué le cuesta tanto al equipo tener protagonismo?

Estás son solo algunas de las dudas del adentro y del afuera. De los hinchas, pero también de los protagonistas. Todas estas preguntas tienen respuestas. Algunas son más terminantes, y otras más ambiguas. No obstante esto, todas parten de preguntas reales.

Hasta el partido con Patronato, Boca venia de jugar siempre con 4 volantes. 3 más Romero un poco más adelantado ¿El resultado? Poco fútbol, muchas dudas. Por eso cambió Ibarra y esa modificación le trajo un rendimiento muy bueno y una Supercopa.

Después vino la confirmación: con Defensa. Y el equipo tuvo un primer tiempo espantoso, tanto que Romero atajó 10 puntos. Como en el segundo tiempo mejoró, Ibarra eligio volver a poner lo mismo contra el Taladro. Pero la función, otra vez fue muy mala. Por eso ahora se vienen los cambios... Mínimo entre 2 y 3.

Volviendo a las preguntas. Creo que la mejor manera es responderlas de manera conjunta. Porque en parte todas llevan a la definición de Boca.

Prescindiendo del resultado, el equipo casi siempre juega igual. Salvo las excepciones de Patronato, o algunos minutos aislados, el equipo de Ibarra no muestra funcionamiento. Esta idea se hace más fuerte cuando vamos al inicio del ciclo del ex número 4, que fue allá por julio de 2022. Ibarra pudo ser campeón en un torneo apasionante y ganó partidos chivos. Sin embargo, el equipo nunca pudo tener vuelo. Nunca. Y eso que se llama funcionamiento también sigue ausente en estos días.

Jugar con 4 o jugar con 3 en el medio no puede ser el problema. Porque los sistemas solos no ganan ni pierden. Hay equipos con 3 volantes que fueron campeones. Y hay equipos con 4 que también fueron campeones. Un equipo no es desequilibrado por jugar con 3, es desequilibrado porque sus futbolistas no se complementan y no se ayudan. Y eso pasa con este Boca. Que por supuesto, está desequilibrado.

Es cierto qué hay varios jugadores que están muy por debajo de su nivel. No menos cierto es que cuando el bajo nivel es general, hay que preguntarse qué pasa.

En el Boca campeón la figura fue Rossi. Y la figura en los últimos partidos fue Romero. Es un síntoma, ¿no? Y bajo esta pregunta creo que viene el principal problema del equipo. La falta de protagonismo para encarar los partidos.

¿Por qué al hincha le llenó tanto el partido con Patronato? ¿Por la Estrella 74? ¿Por el valor de la Supercopa? Decididamente no. Al hincha le lleno la manera. Porque vio que el equipo podía volver a jugar bien. Porque se ilusionó con que ese fuera el punto de partida. Pero la fantasía duró apenas un par de semanas y el equipo volvió a encarar los partidos con dudas, con ausencia de protagonismo, regalando la pelota y sembrando incertidumbre.

¿Conclusión? Esto que está pasando no es un tema de nombres ni de esquema. El día que Boca funcionó, Benedetto hizo tres goles. Y bien de 9, con dos definiciones en la puerta del área chica, siendo asistido.

El problema del equipo es más simple. Y tiene que ver con el funcionamiento real de un equipo que ya lleva más de 8 meses de trabajo y no despega. Ni siquiera la confianza de haber sido campeon lo ayuda a creer en si mismo.