"Déjame tener un poco de paz", la frase final de Sebastian Battaglia en la conferencia de prensa es el resumen de las horas que vivió el técnico en los últimos días. Solo había que ver cómo vivió los minutos finales del partido para darse cuenta el tremendo desahogo que sintió Battaglia.

Es consciente el entrenador que está bajo la lupa, que la evaluación a partir de ahora sobre su trabajo es partido a partido, más allá de dejarle en claro una vez más al Consejo de Fútbol que él cree en los procesos y en mantener una línea.

La victoria en Santiago del Estero le da a Boca tranquilidad, alivio por un par de horas. Le tiene que servir de una vez por todas para agarrar confianza. Si bien el rendimiento de nuevo deja dudas, vale y mucho la actitud y las ganas de ir a ganarlo en los últimos 20' minutos.

Varios jugadores se encargaron de marcar también la unión que hay entre ellos y de lo importante que fue la charla de Riquelme con el plantel el jueves por la tarde en el predio de Ezeiza. Eso suma, vale pero sobre todo debe verse reflejado en la cancha. La gente necesita ver un equipo que reaccione, que deje el alma en cada partido. Ojalá que la victoria ante Central Córdoba sea el punto de partido.