"Siempre se puede jugar mejor. Cuando haces un buen partido, querés jugar mejor. Cuando no terminás contento, querés jugar mejor. Siempre querés jugar mejor". La frase de Riquelme a comienzo de semana fue un claro mensaje de lo que piensa sobre el funcionamiento de Boca en el último tiempo.

La gran mayoría del Mundo Boca comparten las declaraciones del vice del club, que Boca tiene altibajos, que pasa de tener pasajes de buen fútbol a dejar dudas como pasó el domingo ante Almagro.

Almirón también tiene claro que el equipo debe mejorar de cara a la serie con Palmeiras. Por eso para el partido de hoy en Varela decidió que juegue la mayoría de los titulares ante uno de los equipos que mejor juega y en una cancha que siempre resulta incómoda.

Los primeros 30 minutos fueron todos de Boca. Fue el dominador del partido, ante la presión constante que hacía Defensa, el equipo tuvo precisión para salir, movilidad en los volantes y generó situaciones que no pudo concretar. Los últimos 15 fueron de Defensa que logró emparejar y ponerse en ventaja ante un equipo que varias veces quedó expuesto defensivamente.

Esto último es algo que tendrá que revisar Almirón. A partir de no tener un 5 posicional (a Pol le cuesta jugar ahí) y volantes con poca marca, el equipo sufre cuando lo atacan. Los delanteros de Defensa se encontraron muchas veces mano a mano con los defensores de Boca. Algo que se repite en el último tiempo.

El equipo se fue desdibujando y deja una imagen que preocupa. Es cierto que puede ser que la cabeza esté en Palmeiras pero hoy, salvo 30 minutos, el equipo ante una buena prueba que se le presentaba, no tuvo el funcionamiento que se esperaba.