A Boca se le viene un mes en donde su mejor partido debe ser el Mercado de pases. El Xeneize había perdido una sola vez con Godoy Cruz en Mendoza. Fue 4-1 en el 2008, pasaron muchos años, varios enfrentamientos. Hasta este, que terminó siendo el más abultado. Ahora, ¿el resultado es lo más importante? Y la respuesta es no.

El 4-0 es lapidario. Y no te da margen a argumentar nada. Sin embargo, hay goleadas que se terminan dando, incluso cuando el que pierde algo hace. Acá el resultado es consecuencia de que Boca no estuvo en la cancha. O mejor dicho, estuvo, pero solo de manera presencial. Porque desde el juego no se vio casi nada. Cómo con Arsenal, generó una sola situación de gol, La pared entre Merentiel y Benedetto. En este partido la combinación entre Barco y Medina. Nada más. Muy poco para un equipo que tiene sueños altos, como ser campeón de América. Por eso el resultado no es lo peor. Lo más grave es que Godoy Cruz estuvo más cerca del 5-0 que Boca del 4-1.

No es lo más importante un número cuando ese número representa un partido. Y Godoy Cruz jugó como una final, acertó, no tuvo errores y además estuvo concentrado en cada acción. Todo lo contrario pasó con el equipo de Almiron, que cometió horrores defensivos. Se vio a jugadores parados, sin reacción. Cómo en otra sintonía. Y a medida que el score aumentaba, en lugar de querer ir al menos a descontar, el equipo se metía más adentro. Y no salía. Ni siquiera se veía rebeldía para intentar maquillar una historia que ya estaba escrita.

Estamos a días del 30 de junio. Hay jugadores que se van. Hay jugadores que deben regresar. Lo concreto es que el partido más importante de los que se le viene a Boca no es ni el de Libertadores con Monagas ni el próximo por el torneo. El partido más importante no durará 90 minutos sino varios días. Ese partido es el Mercado de pases. Boca está obligado a mejorar el plantel y a jerarquizarlo. Si bien tiene muchos lesionados, el equipo debe tener un salto de jerarquía. A los ausentes como Rojo, Langoni, Fabra, Advincula, Merentiel, Zeballos, y demás, Boca le tiene que agregar más brillo y más cantidad de futbolistas a un plantel que está diezmado.

Ya pasó la despedida del ídolo Xeneize, y ahora viene el trabajo del dirigente. Boca lo necesita. Si o si para poder intentar pelear la Copa.