El mal resultado conseguido en Colombia, a Boca lo pone sobre las cuerdas y deberá salir rápido. No por urgencias de puntos - aún - o llegar al hilo de clasificar o quedar afuera, sino por un ensamble grupal, que debe llevar al Xeneize a lo más alto. Battaglia tuvo muchas dificultades para armar el once para el debut Copero, pero esta mañana contó con dos buenas noticias.

El plantel de Boca será un rompecabezas de armar hasta llegada la última fecha de la fase de grupos. Y en el medio, competir con la exigencia que requiere el torneo local. Las bajas de Carlos Izquierdoz y Carlos Zambrano, son ausencias que se notarán, porque se suman a los suspendidos del torneo internacional.

Para el inicio de la Copa, Battaglia tampoco pudo tener a disposición a Pol Fernández, que por molestias en la semana previa, se quedó en Buenos Aires. Hoy el mediocampista se sumó a la par de sus compañeros, y ya está listo para volver a sumar minutos. Dependerá del cuerpo técnico, si lo cuidan para el encuentro ante Always Ready o empieza a tener rodaje ante Vélez.

Pero no es la única buena noticia: Diego González también pudo entrenarse junto al grupo. El mediocampista, de buenas consideraciones para el CT, está listo para ser utilizado por el DT. El mediocampista sufrió una lesión a fines de febrero y su recuperación le demandó más tiempo del esperado. Por la misma razón, antes el Fortín podría estar en el banco de suplentes, para tomar rodaje poco a poco.