Tengo bien en claro que cuando Boca gana lo festejo, pero cuando no lo hace también tengo un espacio para festejar el simple hecho de ser de Boca. Primero la identidad, siempre el escudo por delante de todo. Ahora bien, una vez que termino de abrazarme con todos los hinchas en el mundo a través de Puroboca.com, es mi obligación analizar y opinar, decir qué está bien y qué está mal, nada hemos de callar.

Hace rato que vengo pregonando que el esquema 4-3-3 no es un esquema que a Boca le caiga bien o que tenga aceitado. Para utilizarlo hay que tener mucha presión arriba y el equipo no la está teniendo. Se necesita que los marcadores de punta presionen con los medios y quizás hoy no se hace por falta de trabajo o porque los protagonistas no son los indicados.

Muchos me pueden decir que con el 4-3-3 ganamos en el verano y de 9 sumamos 7 en el torneo, pero está claro que los mejores momentos que vimos de Boca se dieron cuando se utilizó un 4-4-2 o 4-3-1-2. No de casualidad, como frutilla del postre de un tremendo mercado de pases, el Xeneize lo fue a buscar a Óscar Romero. Se prefirió al enganche, al que enlaza al medio con la delantera, al que pone los pases profundos, al que pone la pelota bajo el botín en los momentos necesarios.

A los hechos me remito. Hoy, el esquema con tres delanteros no tiene sustentabilidad y tal vez sea porque los intérpretes de ese estilo no son los adecuados. Salvio no está presionando, el Pipa naturalmente busca a los zagueros, pero no es asfixiante y Villa no lo siente. En la línea de atrás, Advíncula y Fabra que tendrían que estar presionando en el medio y no lo hacen en una forma ahogante como para recuperar la pelota. Muchas veces se pierde la pelota y el medio queda desarticulado.

En su favor, con el 4-4-2 las cosas están ubicadas como tienen que estar ubicadas, la cocina en la cocina, el bidet en el baño y la baranda en el balcón. Por eso fue muy importante el ingreso de Ramírez en el segundo tiempo, aprovechando que ya está bien físicamente.

Ahora la pregunta es: ¿Tendrá que pagar Salvio? Hoy es el que más bajo está en cuanto a rendimiento. Hay que recuperarlo porque es un crack, pero es hoy el que no está a la altura y tendrá que dejarle el lugar a un mediocampista para que el sistema se pueda acomodar a las cualidades de un plantel que tiene con qué soñar. Definitivamente, el 4-3-3 está perdiendo la pulseada y le queda poca vida.

Opinión de Marcelo Lerner -Redactado por Marcos Bishop