La grandeza de Boca es incalculable. Es intangible. Y a su vez, es cada vez más grande. El Xeneize es mundial y somos el mejor equipo de Sudamérica. Hoy por hoy, somos el actual campeón del fútbol argentino y estamos entre los primeros ocho de la Copa Libertadores.

En esta "crisis" que atraviesa el equipo de Battaglia, según algunos medios nacionales o los celos de nuestros propios rivales, cerró un semestre casi perfecto. Solo casi porque costó, nadie regala nada. Pero terminamos con el título de la Copa de la Liga y el grupo de la muerte fue liderado por Boca. Y al avanzar a los octavos de final, no solo cumplió con el segundo objetivo del semestre, sino que rompió su propia marca.

Sabemos lo que significa la Libertadores para nuestro club. Y sabemos lo que significa también Boca para la Copa. Ambos necesitan de sí. En este mismo escenario, Boca dejó un nuevo récord: acumuló 18 fases de grupos en la que consigue el pase, según informó Mister Chip, cuenta específicamente en estadísticas.

El Xeneize no queda afuera del mata - mata desde 1994, cuando César Luis Menotti era técnico del conjunto Azul y Oro. En ese entonces, compartió la zona de grupos con Vélez (después campeón con Carlos Bianchi de DT), Cruzeiro y Palmeiras.

La victoria de 1 a 0 ante el Deportivo Cali, lo pone una vez más, de mínimo, entre los 16 mejores de Latinoamérica. Entonado y con jerarquía, Battaglia y compañía irán por la gloriosa séptima.