Agustín Daniel Rossi tiene 26 años, llegó a Boca con 21 y está protagonizando su segundo ciclo en el club tras haber pasado por Antofagasta de Chile y Lanús.

Con la camiseta Azul y Oro ganó 5 títulos y jugó 133 partidos. Le hicieron 97 goles y mantuvo la valla invicta en 63 ocasiones.

A la hora de pasar a los penales, los números se destacan aún más y, sobre todo, en los noventa minutos: atajó 6 de los 12 que le patearon. Además, ganó 5 de las 8 definiciones que protagonizó.

Desde 1905 hasta la fecha son pocos los arqueros que grabaron a fuego su nombre en la historia grande del Xeneize. Repasemos: Tesorieri, Vaca, Musimessi, Roma, Sánchez, Gatti, Navarro Montoya, Córdoba, Abbondanzieri, Orión y Andrada.

Hoy por hoy, Rossi es un jugador clave para Boca. El equipo padeció durante el último tiempo un nivel de juego intermitente y, lejos de ofrecer garantías, expuso a su arquero a un escenario donde no podía fallar. Y vaya si no estuvo realmente a la altura. Sus resultados han sido fundamentales para colaborar con las últimas vueltas olímpicas.

La consulta que nace a partir de esta reciente actualidad, de no más de 2 años, es si Rossi ya pertenece a esa lista de notables y si consiguió lo suficiente en el club como para poder convertirse en el arquero número 12.

Entendiendo que sí, la dirigencia retomó la negociación. En la semana mejoró la primera oferta que le había acercado al jugador hacía dos meses. En aquella oportunidad, el Consejo le ofreció renovar por un determinado monto y, el arquero no solo lo rechazó, sino que contraofertó una semana que a Boca lo llevó a declarar: "No vamos a hipotecar el club por ningún jugador".

Este martes le mejoraron la oferta a Rossi con números similares a los que ganaba Carlos Tévez durante su último año en el club. Desde ya que sigue lejos del ideal solicitado por el arquero en una primera instancia. La institución le ofreció el máximo número posible, respetando sus límites económicos y financieros. Sin embargo, más allá de lo ofrecido, no se moverá.

Ambas parte se hacen valer, defienden lo suyo y cedieron sus posturas originales. Aunque esto no significa que se hayan acerca ni mucho menos. La principal diferenci es que, si bien el Consejo la define como "una propuesta gigante", del lado del arquero reconocen que aunque los números siguen lejos, la oferta es realmente buena. Por ello, Rossi, hoy lejos de rechazarla, la está analizando con su familia.

Si el arquero quiere salvarse económicamente deberá evaluar otras ofertas de mercados más pudientes. En todo su derecho exige recuperar lo que dejó de ganar los últimos años por tener un dólar atrasado, postura que Boca no atiende.

Si Rossi termina inclinándose por el no.... ¿Boca debería romper sus límites financieros? ¿O debería ir en busca de un nuevo arquero de Selección con la jerarquía suficiente para achicar el margen de error al defender el arco Xeneize?

Esta pregunta me surge porque la historia marca que el arco de Boca no es para cualquiera.