A sorpresas del mundo futbolero, Hugo Ibarra apostó a Luca Langoni, un juvenil de 19 años de la reserva Xeneize. Pero no era sorpresa para el DT, que ya conocía de sus condiciones hasta antes de asumir como técnico del plantel profesional, por la imprevista salida de Battaglia. Hoy el extremo, es una de las grandes figuras de Boca e ilusiona.

Ya fue héroe ante Atlético Tucumán marcando el doblete de la victoria, jugó un superclásico con creces, fue el salvador ante Godoy Cruz en Mendoza y volvió a convertir para darle la victoria a Boca ante Quilmes en Copa Argentina. Todo en muy poco tiempo. Y en el medio, siguió marcando y siendo figura de la reserva de Herrón.

Luca Daniel Langoni debutó a mitad de junio, de la mano de Battaglia. El delantero sumó 5 minutos ante Barracas, jugó un poco más de 60 minutos ante Unión y entró 15' frente a Banfield. Luego de la salida de Sebastián, siguió rompiendo redes en la antesala de la primera e Ibarra volvió a confiar en él.

El mensaje desde el Consejo siempre fue llevar de a poco a los juveniles; e Ibarra acató, porque lo puso en los minutos finales de la goleada sufrida en Patronato; ingresó 20' en la igualdad ante Racing, pero ya con la consideración de ser una carta más que interesante en la ofensiva; y jugó 25 minutos ante Central. Hasta acá, no completa dos partidos en la cantidad de minutos jugados.

Y se da el gran quiebre: cuando Boca caía ante el puntero Tucumán y se despedía de todo, ingresó Langoni. Tan solo 20 minutos le bastaron, no solo para marcar su primer gol en primera, sino que terminó gritando un doblete. Con la confianza en alza, Ibarra le dio la titularidad. ¿Cómo respondió? Con un gol ante Colón de Santa Fe.

¿Qué siguió? Un superclásico, que lo jugó como si tuviera 50 partidos en la espalda. Luego fue suplente ante Lanús y titular ante Huracán. Por último, ante el Cervecero arrancó desde el banco de suplentes, ingresó en la segunda parte y marcó el tercer gol de la victoria.

Un disparate: 517 minutos jugados, lo que significan menos de seis partidos completos (5.74) y cinco goles. Es decir, un promedio de gol cada 103 minutos. Casi uno por partido. Además, con él en cancha, Boca ganó 7 partidos, empató 3 y perdió 3, teniendo en cuenta que los que perdió, fue cuando menos minutos sumó.