Boca ganó el Superclásico, sigue vivo en Copa Argentina, sumó la estrella 72 con la Copa de la Liga y se metió en la siguiente fase de la Libertadores como uno de los ocho primeros. Una rápida lectura nos obliga a creer que fueron cinco meses ideales. Y vaya si lo fueron. Aunque al mismo tiempo sabemos que la ruta hacia cada destino por momentos se tornó sinuosa y hasta turbulenta.

Las ausencias que debió suplir Sebastián Battaglia lo llevaron, por momentos, a tener que depender de individualidades y hasta sacar cuentas con la calculadora en la mano en pos de una clasificación despejada. Paradójicamente, recién cuando cerraba el semestre, se fueron alineando los planetas y Battaglia comenzó a recuperar el equipo ideal.

A partir de este escenario surgió una pregunta: ¿En dónde debe reforzarse el equipo para no volver a sufrir como lo hizo durante estos meses? Y la respuesta la encuentro puertas adentro. Sin lesionados ni suspendidos seguramente los objetivos se hubiesen conseguido de todos modos, pero sin que fuera tan vertiginoso el andar.

Respetando esta premisa, con todos los jugadores a disposición, Boca debería elevar el rendimiento a partir de las próximas presentaciones. Battaglia entiende que el mejor refuerzo es mantener la base del plantel que cumplió con todos los ítems agendados en lo que va de 2022. Y como primer paso, este deseo se cumplió.

Boca volvió a entrenarse después de unas pequeñas vacaciones y ninguna pieza clave se desvinculó del club. Por lo tanto, el refuerzo más esperado dijo presente. La base del campeón no se desmanteló. De ahora en más el entrenador deberá darle rodaje al equipo ideal, al equipo de gala.

Partiendo de este valioso mojón, el primer ítem del nuevo semestre fue tildado satisfactoriamente. Sin embargo, la pregunta surge obligada: ¿Boca necesita reforzarse? En el Consejo entienden que desesperadamente, no. Por ejemplo, a partir de octavos de final en la Libertadores, Battaglia podrá contar por primera vez con todos los futbolistas a disposición y eso frena la ansiedad de salir a buscar desesperadamente al mercado.

El Consejo de Fútbol está atento y trabajando para incorporar, aunque no a cualquier precio. Actualmente están enfocados en dos direcciones bien definidas, pero que tienen algo en común: aprovechar oportunidades desde lo económico. Una de las direcciones nos lleva hacia un jugador experimentado que signifique un salto de calidad. Mientras que la otra dirección aterriza en la pista de los jugadores libres del medio local.

Más allá de si estas búsquedas se puedan concretar o no, la dirigencia y el entrenador están conformes porque el refuerzo más esperado levantó la mano y el plantel no se desarmó por ahora. ¿Y por qué destaco el por ahora? Porque la situación de Toto Salvio aún permanece latente. Su contrato vence a fin de mes y por más que ambas partes compartan el mismo deseo de continuar, aún se debe dar una negociación.

Ahora, si durante el mercado alguna pieza clave se termina yendo, Boca deberá incorporar a un reemplazante que esté a la altura y no depender de oportunidades.