Mientras transcurre la Copa del Mundo en Qatar y todos están expectantes a lo que sucede con Argentina, en Boca sueñan con un superpoderio en la ofensiva y armar un plantel acorde a la competencia que tendrá que afrontar el 2023.

El futbolero que sigue a Boca, no solamente el hincha, sabe que al Xeneize se le caen los goles en su delantera. Que los tiene casi aseguro, más allá de la perfomance que pueda mostrar en los 90 minutos. Con eso, alcanzó para el torneo local y, si no fuera por los 12 pasos, podría haber llegado más lejos en la Libertadores y en la Copa Argentina.

Con goles asegurados, el Consejo de Fútbol proyecta una mejor delantera para el año que viene que la que tuvo este 2022. ¿Por qué? Vamos caso por caso. El primero, nuestro goleador, Darío Benedetto. El Pipa no terminó su año como tal vez lo deseaba, sufrió el traspié de errar un penal clave y pasar por lesiones que lo marginaron de las canchas. Sin embargo, el largo receso y la amplía pretemporada podría poner a punto al nueve y mostrar su gran versión, que ya supo mostrar.

El otro que pasará por un proceso parecido es Luis Vázquez. El delantero fue operado de una pubalgia que arrastraba para comenzar sin dolencias la parte dura del año. Los números del 2022 no son los mejores, pero mostró su categoría a la hora de definir y ha tenido grandes momentos que sabemos que puede volver a recuperar. El 38, recarga su puntería para volver a estar cargado.

Por último, el 6 de diciembre volverá junto a sus compañeros Exequiel Zeballos luego de su dura lesión sufrida en Copa Argentina. En un alto nivel, el Changuito tuvo que despedir el 2022 por un patadón inentendible. Y es lo que espera volver a tener Boca, su alto nivel. El extremo tiene características de crack y poco visto en el fútbol argentino, por lo cual el Xeneize espera por él para armar una súper delantera.

Pero esto no termina acá... Más allá a posibles rumores, hoy solo son eso. Sebastián Villa seguirá un año más en Boca. Y no hay duda que su presencia en la delantera es miedo para cualquier defensor. La velocidad, la definición y el desequilibrio del colombiano, es una carta que cualquier conjunto quisiera tener. A su vez, se suman las promesas, que más que promesas son realidades: Langoni y Morales. Un extremo y un nueve. Juventud, desequilibrio, goles y mucho potencial. Lo poco que mostraron fue muy concreto y prometedor.

¿Esto es todo? ¿Alcanza para la Libertadores? No lo sabemos, para las últimas no alcanzó. Por eso las cartas aún no terminan. Boca intenta a todo pulmón repescar al goleador del fútbol argentino, que le pertenece. Mateo Retegui puede ser próximo a volver a las arcas Xeneizes y el equipo de Ibarra (que continuaría) aseguraría más goles en su delantera.

Así y todo el Consejo de Fútbol se movería en búsqueda de un atacante más, para jerarquizar y aumentar la competencia interna de Boca. Hay tres frentes por pelear, y como manda nuestra historia, hay que pelear todos. Boca se arma y se prepara un superpoderio ofensivo.