Opinión-Marcelo Lerner
Equilibrio, palabra del idioma español, punto medio de dos cosas, medida exacta. Seguramente equilibrio es una palabra que en el vocabulario diario y cotidiano de Jorge Almirón no existe. Y si existe, lo utiliza muy poco.
Por: Marcelo Lerner
11 de agosto de 2023
Dijimos muchas veces en Puro Boca y en Boca de Selección que somos partidarios del no muy, muy y del no tan, tan. No muy, muy defensivos y no tan, tan ofensivos. Buscar el equilibrio. Boca en Montevideo fue muy, muy defensivo contra el ADN de Boca. A las pruebas me remito que en el segundo tiempo cuando se paró un poquito más adelante e hizo ingresar a Zeballos y a Barco los últimos 15 minutos, Boca tuvo situaciones de gol y pudo haber ganado el partido en Uruguay de una manera más notoria.
A las pruebas me remito. Y tampoco tan, tan, tan ofensivo como lo quiso hacer Almirón en la Bombonera. ¿Por qué? Porque dejó a Varela solo en el medio como moneda de contención. Porque Barco se dedicó más, y por suerte, a la parte ofensiva, porque fue el único, aparte, o uno de los pocos que pudo generar tantas situaciones ofensivas, peligrosas. Y porque Varela solo no podía, Medina no marca, está claro que su función es otra, y Pol Fernández es nulo, lo que le aporta. Entonces lo dejó solo. Y ahí desequilibró el equipo, que tuvo, en algunas ocasiones, situaciones en contra, aisladas, porque Nacional no atacó, pero las situaciones en las que atacó, lo complicó porque había un espacio muy grande entre la imposibilidad de Varela de abarcar todo el medio campo, y bien que lo hizo Varela, arriesgando su cuerpo antes de una transferencia tan importante, pero no le alcanzaba Varela solo.
Pol Fernández no lo ayuda, Barco está dedicado a otra cosa. Entonces estaba solo. Y en las espaldas de Varela ingresaban Ramírez, Damiani, fagúndez cuando ingresó, que lo complicaban y hacían que los defensores de Boca estén mano a mano, independientemente de que está claro que Advíncula tiene que jugar de volante y no de marcador de punta, porque en esa necesidad tan notoria de irse arriba dejaba las espaldas de él libres y por ahí atacaba Nacional, de ahí llegó el centro en primer gol. Está claro eso. Boca no tiene que salir de su ADN, y su ADN es nunca pararse tan atrás como en Montevideo, pero tampoco descuidarse tanto en la Bombonera. Por eso Almirón tiene que buscar el equilibrio de estas dos cosas.
A ver, estamos contentos que Boca está en cuarto de final, y es un logro de Almirón también. Y hay que reconocerlo. Los dos técnicos anteriores que salieron campeones con Boca y a los que les estamos eternamente agradecidos, Ibarra y Battaglia, no pasaron octavos. Bueno, Almirón pasó octavos, estamos en cuartos de final. Se viene Racing. Hay que hacer y armar partidos con inteligencia. Hay que pensar en el rival, pero pensar en Boca y en el potencial que hoy tiene Boca, que es muy grande. Entonces, Almirón tiene que buscar ese equilibrio. No pensar que en el Cilindro, porque ahora juega la vuelta en el Cilindro, hay que defenderse tanto y tampoco arriesgar en demasiada en la ida.
O sea, arriesgar lo que hay que arriesgar. Ir a buscar el triunfo, tratar de ir a Avellaneda con una cantidad de goles importante, con el triunfo en el bolsillo, que obliga a Racing a salir a buscar a Boca, pero Boca no pararse tan atrás en el cilindro. O sea, equilibrio. Ni tan, tan ni muy, muy. Y algunas cosas que tienen que quedar claras, señor Jorge Almirón, al que le reconozco haber clasificado a Boca a los cuartos de final de la Copa Libertadores es un mérito muy grande. Por eso creo que hay potencial como para asimilar algunas cosas.
Primero, Rojo y Cavani, si no están al 100%, no pueden jugar. Que jueguen 20 minutos, 30 minutos en el segundo tiempo. Valentini y Benedetto están mejor. Un buen ingreso, entre paréntesis, de Benedetto el otro día. A mí me gustó Benedetto. Segundo tema, no romper las cosas que están bien hechas. Lo dijimos mil veces. Advíncula de volante. Si atrás no te gusta Weigandt, que para mí jugó bien cuando ingresó, pero si no te gusta Weigandt, probálo a Blondel. Que juegue Blondel. Pero Advíncula de volante. Por supuesto, en el lugar de Pol Fernández, que con todo el respeto no puede ser titular en Boca. Hay que darle descanso, que recupere su nivel y que vuelva a jugar. Cuando esté listo. Hoy no puede ser titular. Boca regala con eso.
Son cosas fundamentales. Valentín Barco no puede salir más de este equipo. Ni de local, ni de visitante, ni en la luna, ni en marte puede salir de este equipo. Cosas que dan el equilibrio, que dan la planificación. Y el reemplazante de Varela, hoy por hoy, el mejor es el Equi Fernández. Sin lugar a dudas. No podés probar otra vez con Pol Fernández de 5. Ya fracasó 20 veces en ese puesto. ¿Por qué lo ponés de vuelta de 5 cuando lo sacas a Varela? No. No, hoy el 5 que tenés es el Equi, si Boca no compra otro. Y tiene que jugar el Equi. Basta de caprichos. Que jueguen los mejores. Eso está claro. Y si Saracchi está mejor que Fabra, que está jugando flojo, igual cuando Fabra se va el ataque es un as de espada, ¿no? Que juegue Saracchi, entonces. Para eso lo trajimos. Por eso, ni tan, tan ni muy, muy, Jorge. Equilibrio, para ir por la séptima. Porque estamos contentos los Bosteros. Llegamos a cuartos. Y tenemos la sensación de que se puede. De que este año se puede. Pero hay que buscar ese equilibrio que hoy nos está faltando para lograr y ganar la tan ansiada séptima.
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