Indudablemente el Superclásico entre Boca y River es uno de los partidos con más tradición en Argentina y en el mundo. Miles de personas se paran a ver este partido que tanto propios y ajenos están siempre expectantes. Goles, lujos, anécdotas, declaraciones, etc. Hoy vamos a hablar de uno de esos partidos que marcó la historia.

El 8 de abril de 2001, en La Bombonera, Boca recibió a River por la fecha 10 del Torneo Clausura. Los técnicos del Xeneize y el Millonario en aquel momento eran Carlos Bianchi y Américo 'el Tolo' Gallego.

Aquel día, los de Bianchi se llevaron la victoria por 3-0 con goles de Hugo Ibarra (66'), Juan Román Riquelme (72') y Guillermo Barros Schelotto (82'). Pero en uno de los festejos hubo una particularidad...

Clemente Rodríguez se iba contra el arco de River, aunque un poco lejos del centro del arco. Franco Constanzo decidió salir y le cometió penal al lateral de Boca. Román fue el encargado de patear dicho penal, el arquero atajó pero dio un rebote, así que el 10 aprovechó, metió un cabezazo y puso el 2-0 para Boca.

Luego de su tanto, le dejó en claro a sus compañeros que quería que nadie lo agarrara. Se paró firme y se llevó las dos manos a sus orejas mirando hacia el palco oficial en donde se encontraban dirigentes de la Comisión Directiva de aquel entonces.

De esta manera nació el famoso 'Topo Gigio'. Mucho se habló de una posible transferencia al Barcelona de España, de su contrato, etc... Se dijo que ese gesto fue para el primer mandatario del club, Mauricio Macri, y sus dirigentes. Ni bien finalizó el partido, Román fue consultado acerca de la celebración y explicó: "No lo festejé por nada en especial. Solamente que a mi hija le gusta el Topo Gigio y nada más".