Cuando todavía en Boca se sentía un profundo dolor por el tremendo golpe recibido, eliminación mediante, en la Copa Libertadores de América en manos del Corinthians de Brasil, el alejamiento de Sebastián Battaglia, un entrenador que venía de darle dos campeonatos a la institución era una herida por demás abierta y las diferencias entre el plantel y el Consejo de Fútbol del club, se llevaban horas y más horas de debate en todos los programas deportivos de radio y televisión, fue el propio Juan Román Riquelme quien tomó la decisión más importante y trascendente de todas; elegir al sucesor del un DT saliente que además de ser bicampeón, siempre será un referente importante en la historia del club.

Finalmente, Hugo Benjamín Ibarra fue el nombre propio seleccionado para ocupar el sitio que alguna vez el eterno Silvio Marzolini, símbolo indiscutido del club, describió como "La silla eléctrica del fútbol argentino". Con un Cuerpo Técnico conformado sobre la hora y un poco a las apuradas donde Leandro Gracián y Roberto Pompei aparecieron desde un principio como las caras más visibles y conocidas, Ibarra se hizo cargo del equipo horas antes que Boca visite a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro y verdaderamente, el estreno no pudo haber sido peor.

Derrota por 2-1, nivel de rendimiento muy por debajo de lo esperado y un plantel que a esa hora, apoyaba públicamente a su capitán saliente, el "Cali" Carlos izquierdoz. Desde allí, este Cuerpo Técnico de Boca ha tenido que saber afrontar y atravesar diferentes situaciones por supuesto por demás delicadas; lesiones graves de futbolistas como las de Sebastián Villa y Exequiel Zeballos, peleas a golpes de puño entre compañeros, arrebatos mediáticos profundos y críticas que por momentos, parecieron mal intencionadas y con cierto tinte más político que deportivo.

Lo cierto es que desde aquel momento y con el actual entrenador a cargo del plantel, Boca ha disputado hasta el partido del último domingo frente a Vélez en La Bombonera, un total de 18 encuentros. En esa cantidad de enfrentamientos, pudo obtener 12 victorias, igualó en tres oportunidades y cayó en otras tres. Sobre 54 puntos en disputa, si sumamos los encuentro por la Liga profesional y la Copa Argentina, el equipo de Ibarra se quedó con 39, lo que arroja una cifra impresionante del 72% de los puntos obtenidos, la mejor marca cosechada por un entrenador hasta aquí en la historia del club.

Además, hoy y a falta de cinco encuentro para que finalice el campeonato, el equipo Xeneize se encuentra como único líder de la competición doméstica y clasificado para las semifinales de una Copa Nacional que lo tiene como principal candidato a quedarse con el título.

Podrá ser cierto aquello que el equipo no juega bien, que le falta funcionamiento colectivo y que todavía queda mucho, en realidad muchísimo por mejorar. También es una realidad que los números no mienten y a la hora de hacer cuentas, lo del Boca de Ibarra hasta aquí, es absolutamente impresionante.