La victoria contra Always Ready el último martes en la Bombonera volvió a ratificar el gran presente del juvenil de La Banda, Santiago del Estero, Exequiel Zeballos. Nuevamente, y al igual que la primera fecha, fue el jugador más desequilibrante del "Xeneize". Lejos de aparentar tan solo tres partidos internacionales, jugó como quien ya lleva años en la máxima categoría y, lo que parecía ser un dolor de cabeza para Battaglia por la ausencia por suspensión de Sebastián Villa, terminó siendo una solución con la aparición del "changuito".

El otro en cuestión es alguien que hasta hace apenas unos días el hincha de Boca ni siquiera sabía de su existencia, Gabriel Aranda. El "pola" tuvo su debut el 25 de julio del año pasado contra Banfield en condición de visitante, en aquel cotejo improvisado luego de la eliminación ante Atlético Mineiro. El último sábado ante Vélez, Aranda tuvo qué saltar a la cancha ante la ausencia por lesión de varios titulares. El nacido en Ezeiza lo hizo de gran manera.

Como si fuera poco, ante el elenco boliviano, Aranda debutó en Copa Libertadores a partir de la suspensión de Rojo e Izquierdoz y las lesiones de Figal y Zambrano. Su desempeño fue de excelencia y no aparentó en ningún momento su corta edad y experiencia. Volvió a ratificar porqué es el capitán de Reserva y una de las grandes promesas de la cantera.

En medio de las malas, las lesiones, aparecieron las buenas, los "pibes". La juventud demostró estar a la altura y estar preparados para saltar a la cancha. El hincha tiene que estar tranquilo, hay recambio, hay presente y, sobre todo, hay futuro.