La AFA y la Liga Profesional de Fútbol lograron diseñar un plan de bajo costo para mejorar el funcionamiento del VAR, luego de la polémica que giró en torno a la jugada ocurrida en el Superclásico entre Boca y River en Córdoba. En ese partido, el árbitro Yael Falcón Pérez anuló un gol en contra de Cristian Lema basándose en la asistencia de los árbitros del Video Assistant Referee (VAR).

Como respuesta a esta situación, tanto la AFA como la Liga han decidido implementar una solución que consiste en la instalación de cámaras de posición fija, elevadas detrás de cada arco. El objetivo es capturar imágenes de todo el área hasta la red, evitando así situaciones como la ocurrida en el partido del pasado domingo, donde ninguna cámara pudo determinar con certeza si la pelota había cruzado la línea de gol.

Estas cámaras, a diferencia de las utilizadas en las transmisiones televisivas oficiales, permanecerían estáticas y permitirían una observación más precisa de la línea de fondo.

Este plan resultaría más económico que utilizar el famoso "Ojo de Halcón", que requiere de una estructura mucho más grande y con cambios fijos, como la instalación de chips en las pelotas de fútbol, llamadas también "pelotas inteligentes", que ayudan a descifrar si la misma pasó o no la línea de gol.

El principal obstáculo que enfrentan la AFA y la Liga Profesional es el costo asociado a esta iniciativa. La implementación de este sistema en la Primera División requeriría una inversión estimada de alrededor de U$S 4 millones, dependiendo del número de partidos disputados por temporada. Esta cifra se calcula sobre la base de un campeonato con 20 equipos y el formato de todos contra todos, lo que equivaldría a un total de 380 encuentros, una estructura común en la mayoría de los países.