Y Boca va... Boca anda sin mirar hacía atrás, porque las nubes grises que asomaron en un momento, solo fueron pasajeras. Hoy en Ezeiza son días soleados, con el boleto en seminales de la Copa Argentina y con la posibilidad latente de defender el campeonato en la Liga Profesional. Sin embargo, ante Quilmes, los dirigidos por Ibarra cortaron con una buena racha.

No hay que dejar de lado en el análisis que el Xeneize viajó a Mendoza con muchísimas bajas en su plantel: desde jugadores afectados a sus selecciones hasta lesionas y malestares imprevistos. Lo concreto es que Boca pasó, dejó afuera a un rival que supo mostrarse difícil y está entre los mejores cuatro del torneo más federal del país. ¿Pero con que preocupación terminó el cuerpo técnico?

Desde el partido ante Colón que a Boca no le convierten goles: pasaron cuatro encuentros donde la valla de Agustín Rossi terminó en cero, con un superclásico y salvadas memorables de por medio. También con gran mérito de una defensa que volvió a contar con Marcos Rojo ausente algunos encuentros.

Pero, además, el conjunto Azul y Oro volvió a sufrir dos goles en su arco, algo que no pasaba desde fines de julio. En esa oportunidad, el equipo de Ibarra marchaba dentro de una irregularidad característica, donde de visitante sufría por más de la cuenta: fue goleada 3 a 0 en Paraná ante Patronato.

Curiosamente, de la anterior vez que le marcaron más de un gol, fue la última vez que el equipo de la Ribera sufrió una derrota. Por entonces, acumula 12 partidos sin caer, con 9 victorias y 3 empates.