El 8 de diciembre de 2019 comenzó una nueva era en Boca. El Macrismo era derrotado después de 24 años. Los 8 años de Angelici hicieron que el socio se cansara. Sin títulos internacionales, con algunos campeonatos locales y con derrotas en partidos decisivos ante el clásico rival marcaron el ocaso de una manera de conducir y de un partido político.

Jorge Amor Ameal era el candidato de la oposición. Alguien que mantuvo su coherencia y nunca intentó aliarse al poder de turno. También es cierto decir, que su presidencia luego de la muerte de Pompilio, no había sido buena. Le costó mucho. Perdió las elecciones ante el mismo Angelici (que había sido su tesorero y le renunció por no estar de acuerdo con el contrato del propio Riquelme). Pero tuvo un mérito. Supo esperar.

La fórmula con Pergolini era favorita en la previa de las elecciones, pero el 20 de noviembre de ese año se acabaron los comicios. Juan Román Riquelme anunció publicamente que acompañaría a Ameal y así, en ese momento, ganaron la elección.

Fue por gran diferencia (53 a 30,5%) y con récord de asistencia. Votaron 38363 socios y en su gran mayoría querían al Ídolo en el poder.

Hoy pasaron más de 2 años ya. Boca fue Campeón de los mismos torneos que Riquelme ninguneaba cuando era opositor. Dijo alguna vez: "1 libertadores son 10 torneos locales". Y tenía razón. Lo interesante es que lo sigue pensando aunque no lo declare. Por eso hicieron este mercado de pases. Le quedan 2 balas. La Copa de este año y la que viene. Sabe que si gana una Libertadores podrá quedarse durante muchos años al mando del club, en el puesto que él quiera. Si no consigue la Copa, la oposición tendrá alguna chance.

Hace días le preguntaron a Riquelme como veía una hipotética contienda electoral con Carlos Tévez como rival: "Ganamos 85-15" dijo.

Hoy, sinceramente, tiene razón.

Pero Tevez no estará solo. Mauricio Macri jugará fuerte. El Presidente más exitoso de la historia de Boca quiere volver. Eso dicen quienes lo conocen. Quiere sacar del club a Riquelme. Daniel Angelici podrá tener opinión, pero no cargo, por su pasado en el club. Algunos se adelantan a decir que Palermo, Schelotto y Del Potro serían nombres que volverían al club o serian tentados para formar parte de un nuevo equipo de trabajo. Todos los mencionados, de gran relación con la dirigencia saliente y con el EX Presidente de la Nación.

El hincha votó a su máximo ídolo y no va a ser fácil sacarlo del club.

Ya se juega la elección, mientras Boca buscará la tan ansiada séptima Libertadores. La que se le niega desde hace 15 años. El hincha empezará a escuchar a los actuales y a los salientes tirarse con munición pesada, ojalá no se olviden que lo más importante es Boca. Siempre es Boca.