Oriundo de Recreo, provincia de Santa Fé, este alto centrodelantero de imponente 1,90 de estatura, fue reclutado por Patronato de Paraná cuando ya desde muy chico, se destacaba en el principal equipo de su pueblo. Ya formando parte del equipo entrerriano, llegó a disputar un partido por Copa Argentina defendiendo los colores del Patrón y fue el entonces manager de Boca, Nicolás Burdisso, quien posó sus ojos en él y logró que la institución Xeneize compre el 60% de la ficha del jugador a cambio de la módica suma de 600.000 dólares.

Su debut con la camiseta azul y oro se produjo a fines de la temporada 2020, en el marco de un partido frente a Huracán por la Copa Diego Armando Maradona (triunfo Xeneize por 3-0) y su primer gol en Primera, se lo convirtió un 21 de agosto del año siguiente precisamente a Patronato.

En Boca y hasta el momento, lleva jugados un total de 58 partidos, anotó 12 goles y generó 3 asistencias, quizás el gol que le marcó a Tigre para sellar el contundente 3-0 que le permitió a Boca quedarse con la final en la última competición local, sea su gol hasta aquí más gritado y más recordado.

El delantero, uno de los futbolistas que más ha aumentado su valor de mercado en los últimos tiempos, tiene una cláusula de rescisión sobre su contrato fijada en la impresionante cifra de 15 millones de dólares. Pese a que en las últimas horas, el club ha recibido diferentes ofertas por él que han llegado hasta los 10 millones, cifra por demás importante para los tiempos que corren, la postura de Boca no es venderlo por menos del valor fijado que establece la rescisión de su vínculo contractual con el club.

En tiempos donde la aparición de promesas y sobretodo goleadores no abundan, ojalá Boca pueda disfrutar un tiempo más de Luis Vázquez, un futbolista con futuro europeo sin dudas, pero que todavía tiene mucho más para darle a la institución que apostó por él.