El loco Pablo, conocido por todo el ámbito futbolístico. Uno de los privilegiados en jugar en tres de los cinco grandes del fútbol argentino. Que sigue ligado desde otro costado en el deporte y tiene siempre opiniones de una persona con todo un vestuario en su espalda. Este fin de semana, se cumplió un nuevo aniversario desde que debutó en Boca.

Desde Villa Sarmiento, su lugar natal, se mudó a las inferiores de Boca, dónde se desarrolló pero luego tuve que buscar lugar en otros horizontes. Debutó en el Torneo Argentino B, en 2004, en el Club Atlético Germinal, y desde ahí fue transferido a Huracán, para debutar en la máxima categoría en 2005. Meses después, recibió el llamado de Boca Juniors.

La salida de Ezequiel Medrán del club Xeneize, dio la necesidad al conjunto de la Ribera tener un nuevo arquero suplente. Lógicamente, el titular fue el Pato Abbondanzieri. Boca se contactó con Migliori y se sumó a las filas. Y hasta que llegó lo más lindo: el tan ansiado debut con la Azul y Oro. ¿Lo mejor? En un superclásico, ante River.

Obviamente el contexto no era el más agradable, porque el Pato vio la tarjeta roja y el equipo se quedó con un hombre menos. Al poco tiempo, Krupoviesa también fue expulsado por una fatal patada, que quedará guardada en la retina de todos los bosteros. El partido terminó 1 a 1, con gol de Palermo de penal.

Migliore anduvo bien, pero no logró asentarse como el arquero titular Xeneize. En el 2006 atajó solo dos partidos - frente a River y el siguiente, ante Newells -. En 2007 empezó el segundo semestre atajando, pero luego alternó con Javier García. En 2008 peleó el lugar con Caranta, aunque terminó siendo el titular en la Copa Libertadores.

Su último partido se dio en junio del 2008, ante Lanús. Boca ganó 3 a 0 y se cerró un ciclo, sin él saberlo. Fueron tres años, pero solo un puñado de partidos. En total, 16 encuentros defendiendo el arco más grande del país. Pero con la gran particularidad, que Boca solo perdió dos partidos mientras él estuvo debajo de los tres palos, ante Colón por 2 a 1 y contra Fluminense por 3 a 1.

Luego se fue cedido a Racing Club, dónde estuvo durante un año y pasó a San Lorenzo, que vivió otra historia. Punto a parte. En Boca siempre quedó identificado y será recordado, por su forma de ser, su fanatismo por el Xeneize y los tres años que estuvo en el Club.