Aun el puño apretado se sostiene y se festejar. La victoria ante River no fue para menos, por la forma, por el resultado, porque se volvió a jugar un superclásico con nuestra gente desde la pandemia y porque Boca se puso a dos puntos del líder Atlético Tucumán, a falta de nueve fechas para el final del torneo. ¿El próximo partido? Ante Lanús. E Ibarra tiene una mala noticia.

El estratega de Boca hizo - seguramente - su mejor partido como técnico Xeneize. Ante Estudiantes mostró un gran nivel, pero el desarrollo táctico, el orden y la ejecución del plan salió casi a la perfección. El resultado lo dice: le ganó cómodo 1 a 0, al equipo de Gallardo.

Al último campeón del fútbol argentino le quedan rivales directo, por lo que casi se podría decir que depende de sí mismo para defender el título y coronarse bicampeón. Godoy Cruz, Huracán y Gimnasia de La Plata, son tres de los cuatro equipos que están por delante nuestro y aún debe medirse.

Antes debe visitar al granate, en el Sur; el último equipo de la tabla. Para entonces, Ibarra tendrá un cambio obligado, tras la baja que dejó el superclásico: no contará con el capitán Marcos Rojo, debido a que vio la tarjeta roja en el último minuto del super. Su cambio natural sería Carlos Zambrano, a quién el DT a la hora de inclinarse tomó la decisión de dejar en el banco de suplentes por Nicolás Figal. También peleará el puesto Facundo Roncaglia. ¿Cómo debe ser la zaga central?