La estadística de Boca referida exclusivamente a la Liga es realmente fuerte. Ha perdido 4 de los últimos 5 partidos y tan solo ha ganado 1 partido de los últimos 6 que ha jugado. Es cierto que hay que recuperar las posiciones perdidas en la tabla, pero ya habrá tiempo para ello.

El primer objetivo de Almirón es devolverle la confianza a un equipo que se ha vuelto tan errático como impredecible. El nuevo técnico deberá trabajar mucho en dos aspectos fundamentales, el futbolístico y el emocional. Boca se ha convertido en un equipo nervioso.

Por lo pronto tener dos partidos como local y que uno de ellos sea de Copa Libertadores se anuncia como el escenario ideal para ponerse de pie y que esta seguidilla signifique el verdadero punto de partida para que una vez conseguida esa tranquilidad que regalan los buenos resultados, Almirón pueda comenzar a imprimir su sello.

En Copa Libertadores la sensación puede entenderse de manera ambigua. ¿Quién no firma un empate de visitante en la fase de grupos del torneo continental?. Sin embargo, por la diferencia de jerarquía que existe entre Monagas y Boca, el punto tuvo sabor a poco. Sobre todo cuando con dos jugadores menos hasta pudo haberse llevado la victoria.

El foco está puesto en fortalecerse en el Grupo de la Copa para asegurar el pasaje a Octavos lo más rápido posible y una vez conseguido, poder repartir energías para así achicar el margen de error en la Liga local.

Pese a esta lectura, y más allá de la gran cantidad de cambios que presentará Almirón frente a Estudiantes, Boca pondrá en cancha un equipo de nombres importantes que también querrán demostrarle al nuevo DT que quieren ser los nuevos titulares.

Ni en Boca ni en ningún otro club existe a mi entender un proyecto. Prefiero hablar de objetivos, y Almirón los tiene bien claros: primero conseguir buenos resultados, a raíz de los buenos resultados recuperar la confianza y ahí sí sobre cimientos fuertes buscar rápidamente instalar su idea.

Después del análisis que el nuevo cuerpo técnico hizo ante San Lorenzo y que hará frente a Estudiantes, irá sacando conclusiones. Y entre esas conclusiones aparecerá el nuevo equipo titular de Boca, ya que estoy convencido que algunos de los hoy considerados intocables si no defienden su posición de privilegio con buenos rendimientos, terminarán yendo al banco.

La obsesión del club más importante de Argentina comienza a marcarle el camino a un entrenador que a pasos agigantados se está empapando del famoso mundo Boca. Almirón llega al Predio a las 6 de la mañana y regresa a su casa cuando cae la tarde. Vive literalmente en el club y pasa sus horas en una oficina que fue hecha y destinada hace varios años para el cuerpo técnico de Primera. ¿La diferencia? Durante los últimos años, a partir del mediodía cuando finalizaban los entrenamientos la oficina siempre quedaba vacía.