Que el torneo de Boca se muestra inconstante, ya es una fija. Es el único equipo del torneo que nunca empató: o gana o pierde. Parece no haber grises. O juega muy bien y te anota tres goles, como ante Estudiantes, o pierde con una imagen pálida y fría, como fue ante Argentinos Juniors. Ahora tendrá la próxima parada ante Patronato y puede cortar una mala racha.

En Boca el semestre empezó sin descansos, luego de jugar la final de la Copa de la Liga y la última fecha de la fase de grupo de la Libertadores. Pero a pesar de no tener vacaciones como casi todos los equipos de nuestro fútbol, el conjunto de Battaglia en ese entonces, empezó con el pie derecho y sumó dos victorias seguidas.

Ya en el tercer compromiso en el mes de junio, conoció la derrota, ante Central Córdoba; volvió a sumar de a tres en dos partidos al hilo y luego empezó la inestabilidad, que terminó con la salida inmediata de Sebastián Battaglia.

Asumió Hugo Ibarra como interino, ante San Lorenzo y Boca cayó en el Nuevo Gasometro. En la semana, el Consejo de Fútbol lo ratificó y el nuevo cuerpo técnico sumó su primera victoria, ante Talleres. Visitó la Paternal y cayó por 2 a 0. Ante Estudiantes, en la Bombonera, mostró un buen fútbol y sumó un triunfo. Ahora tiene por delante a Patronato, con la oportunidad de volver a conseguir dos victorias consecutivas, luego de casi dos meses.

Sin dudas, el mejor momento de Boca en esta segunda parte del año, fue a principio de mes de junio. Será importante sumar de a tres en Paraná, para no perder pisada y escalar posiciones, pero también será clave tener dos triunfos al hilo para dar confianza y ánimo, algo que no se consigue hace siete partidos.