El torneo que empezó a principio de junio, era con un Boca feliz, firme y recientemente campeón. Con la ilusión de la Libertadores y dando el primer paso con el pie derecho en el ámbito local. Una ola de malos resultados, decisiones del Consejo de Fútbol y ruptura de plantel, llevó al Xeneize a perder la memoria y hoy encontrarse en una etapa de recuperación.

El equipo hoy dirigido por Ibarra volverá a tener a disposición a Benedetto y Zambrano, tras el altercado del entretiempo. Vuelve a presentarse en la Bombonera, luego de ganar por primera vez de visitante. Y se enfrentará ante Atlético Tucumán, el líder en soledad del campeonato. La oportunidad para soñar.

La tarde del domingo será un escenario casi perfecto para volver a las bases. Para volver a mostrar que somos los vigentes campeones del fútbol argentino. Boca debe ganarle al Decano de la forma que sea, para cortar esa distancia de hoy nueve puntos que hay entre sí. Tucumán puntero, con 32; el Xeneize decimo con 23.

De que la Bombonera sea una fiesta en la fecha 16, significará quedar a seis puntos de la cima, con muchísimos puntos por delante, pero brecha muy corta. De perder, Boca pasaría de una jornada casi de primavera, a un domingo negro: Los Tucumanos le cortarían 12 puntos al Xeneize, y la tabla se haría cuesta arriba. Casi irremontable.

Ya nos quedó la gran espina del año, de haber quedado prematuramente fuera de la Libertadores. Aún estamos en carrera por la Copa Argentina, pero el sabor dulce del año es bicampeonar en nuestra liga.