Las elecciones para elegir un nuevo presidente en Boca Juniors siguen suspendidas y sin fecha para la realización. Los socios son rehenes de decisiones judiciales y de las dos posturas antagónicas. Las carpas listas para los comicios que no sabemos cuándo se van a realizar, en fin la imagen de la institución más importante de la Argentina quedó dañada por esta situación.

Cada uno con sus argumentos, tanto el oficialismo como la oposición, buscando el objetivo para el acto electoral que aún no llegó. Pasan los días con declaraciones mediáticas de las partes y, esa grieta evidente, se hace cada vez más grande. Es como un Superclásico pero en el mismo club.

Les recuerdo que esto no le hace bien a la vida del xeneize que está convulsionado. ¿Y ahora? Con la apelación en la justicia y la recusación de la jueza Alejandra Débora Abrevaya, los tiempos ya no son de una negociación porque son los judiciales. Son hinchas de Boca y siempre hay que poner el escudo por encima de cualquier protagonista.

Creo que las objeciones al padrón deberían haberse tratado en la junta electoral y no en la justicia. El acuerdo debe ser lejos de los Tribunales de la Ciudad de Buenos Aires porque esos tiempos no son los de una asociación civil sin fines de lucro. Al no poderse confirmar la fecha para poder votar, está claro que todo dependerá del juez que tome la causa.

El socio espera y ya no tiene la posibilidad de elegir al futuro presidente este fin de semana. Si el eslogan es: "Boca es grande por su gente" por favor cuiden a los hinchas y piensen en todo el esfuerzo que hace permanentemente por el club. Ojalá que pronto pueda ejercer su derecho, con sólo mostrar el carnet al día.

Que todo continúe suspendido, es la peor noticia para Boca Juniors y pregunto ¿alguien puede beneficiarse con esto?