Sin ninguna duda Facundo Tello se lleva todas las miradas de la noche de Avellaneda. Fue el responsable de que el partido se desvirtúe, se desnaturalice y lo termine con muy poco sentido común.

El árbitro debió echar a Insaurralde en el primer tiempo por una tremenda trompada a Sebastian Villa, expulsó mal al colombiano Fabra y lo del final es realmente inexplicable. Ya a los 25 minutos del segundo tiempo aproximadamente con el diluvio que había, se veía que las condiciones no estaban dadas para seguir jugando. Lo hizo seguir para llegar al final y lo paró faltando dos minutos. Insólito, de no creer.

Quizas como dijo Sebastian Battaglia en la conferencia de prensa, lo terminó perjudicando las decisiones de Tello a lo que pudo haber sido una noche victoriosa para el conjunto de la Ribera. De todas maneras la noche del árbitro no debe tapar el flojo rendimiento que tuvo una vez más Boca.

Un equipo que sigue sin ser confiable en cuanto al rendimiento, un equipo que vuelve a depender de sus individualidades, que ni siquiera habiendo juntado a Ramirez, Pol Fernández y Molinas logró tener juego. Algo que llama la atención es que este equipo nunca termina de imponer las condiciones, salvo aquel partido en Mar del Plata frente a Aldosivi, después termina siendo compartido el dominio del partido, de lo que haga Boca y de lo que haga el rival.

Da la sensación que se confía mucho en el poderío ofensivo que tiene este equipo, en Villa y en Benedetto. El colombiano siempre termina siendo de lo más peligroso, da la sensación que se la arregla solo; y pipa volvió a mostrar ayer toda su efectividad y toda su jerarquía. Además, el goleador, en el final del partido dejó un mensaje que debemos analizar, que este equipo debe animarse a mas, debe ir por más, para no terminar sufriendo en los finales, donde le terminaron empatando los partidos o descontando como pasó con Central, es un equipo que. Todo un mensaje interno de Pipa Benedetto.

Sigue sin verse lo mejor de Boca, es un momento para que Battaglia si está convencido de lo que hace, vuelva a ratificar este esquema, que seguramente le va a llevar un tiempo porque como toda idea, necesita una cantidad de partidos, un convencimiento para los jugadores también. De una vez por todos debemos ver un técnico seguro y que eso se lo termine transmitiendo a los jugadores.