Siempre es importante arrancar ganando, da confianza y permite trabajar de otra manera en la semana. Fue una victoria trabajada ante un rival que no se achicó (sobre todo en el primer tiempo) y que dejó al descubierto varios problemas defensivos del equipo en el arranque del partido.

Boca ganó con la fórmula de siempre: siendo eficaz. Con la corrida de Villa, el centro atrás y la aparición de Romero que le dió la victoria y los primeros 3 puntos del campeonato. El paraguayo fue de menor a mayor, estático sobre la derecha en los primeros 30 minutos, pero mejoró después, haciéndose cargo del equipo. La pelota siempre pasó por sus pies y terminó siendo de lo mejor de la noche.

Sin embargo, lo más flojo y preocupante del equipo del Ibarra sigue siendo el mediocampo. Ramirez sigue sin aparecer, es intrascendente y Pol Fernández está impreciso. Y se nota la carencia de juego de Boca, la falta de dinámica. Tal vez sea el momento del Equi Fernández en el once titular, que pide pista por juego y presencia.

Aún tiene mucho por mejorar este equipo en todas sus líneas. Le cuesta mucho imponer las condiciones y sigue dependiendo de lo que hagan sus individuales. Mientras tanto, le sigue alcanzando para ganar.