Asumió y trató de ordenar el descalabro defensivo que dejó Ibarra con línea de 5 en la cancha de San Lorenzo. No funcionó. Frente a Estudiantes puso a Barco (Fabra lesionado, Sandez muy bajo) y probó con doble 9. El lateral jugó bárbaro y la delantera no funcionó. Llegó Pereira y repitió el medio que nunca anduvo con Ibarra (Pol-Varela-Romero) con 3 delanteros. Por Barco (su acierto mayor hasta ahí) pudo darlo vuelta y ganar 3 puntos clave en la Copa.

En Rosario mantuvo el 433 con Merentiel de 9 y Romero con Villa como extremos. No salió bien y lo empató en la última pelota del partido. Un gran partido jugó Boca ante Racing con el mayor acierto de Almiron hasta acá: modificar la posición de Advíncula (volante/extremo por derecha). Fue la figura y Boca le ganó muy bien al de Gago. En Chile repitió lo que funcionó y volvió a ganar con Colo Colo. Lo lógico, no tocar lo que funciona. Pero sería la última vez que lo lógico pasaría.

Llegó River y el técnico hizo todo mal. Línea de 5 y el equipo en clara postura defensiva. Sintiéndose inferior al rival en todo momento y no pateando al arco casi en los 100 minutos. 5-3-2 o 5-3-2. Con cambios inentendibles, también, el DT quedó expuesto. Con Belgrano volvió a lo que había rendido y jugó un buen partido: 4-3-3 con Medina de 5. Otro acierto del DT porque fue el mejor del encuentro y Advíncula adelantado. Llegaba la visita a La Paternal y otra, vez, el posicionamiento del equipo en cancha fue extraño: muy atrás. Fue 442 con Ramirez de titular y sin Medina. Lo ganó en el final. No había jugado un buen partido.

En Colombia rompió el tándem Weigandt - Advincula. El peruano volvió al lateral derecho y Briasco se metió para el 433. Pol jugaba siempre a pesar de su pobre nivel. Varela fue el 5 con Payero a la izquierda. El resultado fue lógico: volvió a perder. Modificaba otra vez lo que estaba bien. Con Tigre, Boca jugó su mejor partido. Un medio que ilusionaba: Medina, Varela y Equi. Cumplieron un gran papel. Advíncula adelantado. 433 con Merentiel, que convirtió y demostró muchas ganas. Fue 1-0 pero Boca debió ganar por más.

Otra vez iba a pasar lo mismo. Almiron tropezaba con la misma piedra. Lo que rindió lo modificó. En Sarandí cambió de esquema, sacó a Equi para poner a Benedetto e insistir con el doble 9. Advíncula y Villa jugaron recostados en el medio. Por momentos eran 4 delanteros. Cómo Ibarra contra Argentinos. Boca fue un espanto y volvió a perder.

Lo que funciona no se debe cambiar. No hay justificación posible. En Boca pensar demasiado en el rival no es un buen camino. Boca es demasiado grande para tenerle miedo a los rivales y sentirse menos. El sobreanálisis del entrenador no es un buen consejero. Boca debe encontrar un equipo y una forma de jugar. Basta de cosas raras. Repito, lo que funciona no se debe tocar. NUNCA.