La historia Azul y Oro te obliga a pasar, de mínimo, la fase de grupos. Como manifestó alguna vez Román en su época de jugador, es ahí donde comienza la verdadera Copa Libertadores, donde se muestran los equipos fuertes e inteligentes. Y qué equipos están preparados para alzar el título a fin de año o no.

Boca viaja a la altura con la misión de traerse puntos. Está último en la tabla y luego le quedan dos partidos de local, que serán vital para la clasificación. Históricamente, con 10 unidades - salvo casos excepcionales - avanzas a los octavos de final. De empatar y ganar los siguientes en la Bombonera, el Xeneize llegaría a dicha cifra y avanza a la siguiente ronda.

¿Qué pasa si pierde? ¿Queda sin oportunidades? Matemáticamente, no. Aún puede clasificar. Dependerá 100% de lo que ocurra entre todos los demás equipos. Lo principal que debería ocurrir, es que Corinthians y Always Ready no ganen en las últimas dos fechas. Y ahí el Xeneize deberá ganar ante Deportivo Cali y el conjunto brasileño, sí o sí. Además, tendrá que reojear la diferencia de goles.

Sin embargo, es claro que el conjunto de Battaglia debe traerse los tres puntos de La Paz. No especular ni sacar cuentas. No depender de nadie, sino que de sí mismo. Para su propia conveniencia, en el partido del miércoles (que se jugará a la misma hora que Always Ready - Boca), es favorable que Deportivo Cali y Corinthians empaten, o gane el equipo de Brasil.