El Consejo de Fútbol realizó un mercado de élite en Boca. Nombres de jerarquía. Puestos necesarios. Futbolistas experimentados. Y una gran apuesta para el arco. Junto a la base que quedó, el Xeneize tiene un equipo altamente competitivo. Y será así, una competencia interna fecha a fecha, porque hasta Óscar Romero, que fue el último en llegar, se ganó un lugar en el primer equipo... Pero la ansiedad, le jugó una mala pasada.

Tener un álbum lleno de figuritas se torna un poco difícil manejar. Saber cuándo jugar cada carta y cuándo no. Administrar cargas pero al mismo tiempo darle rodaje para encontrar buen fútbol. Óscar llegó para engranar esas piezas sueltas. En su debut por Copa Argentina demostró ser el clip para unir todas las páginas de todas las figuras.

Hace exactamente tres semanas, el número 11 Xeneize se presentó en Casa Amarilla. Se puso a tono rápido y debutó en Córdoba. Jugó 83 minutos. Sí, fueron espectaculares y cualquier aficionado futbolístico se ilusionó. Su desempeño le dio a Battaglia la confianza necesaria y volvió a ser titular el fin de semana. Jugó los 90 minutos en la derrota ante Huracán. Lo curioso y llamativo: en menos de siete días, jugó más que en los últimos seis meses.

Si bien su condición física es sobresaliente, según varios entrenadores físicos que han trabajado con el Mellizo, es claro que se apuró y fueron muchos minutos luego de tanta inactividad. Una sobrecarga en su isquio lo dejó afuera del partido ante EDLP y lo pone en duda de cara al clásico ante River. 173 minutos, en cuatro días exactamente. Y ahora una recuperación que le puede llevar más de 10 días.